El opositor, quien violó flagrantemente su arresto domiciliario, fijó un plazo de “semanas” para deponer al Gobierno constitucional de Venezuela
El opositor Leopoldo López dijo este jueves que permanecerá en la residencia del embajador de España en Venezuela hasta lograr el “cese de la usurpación”, que es la forma en la que su partido se refiere a la salida del poder del presidente constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro, quien fue electo por más de 60 % de los votos en 2018.
López rompió el silencio después de que un tribunal de Caracas ordenara su detención, luego de violar su arresto domiciliario. El pasado martes, el político fue sacado ilegalmente de su casa, en una operación comandada por el diputado opositor Juan Guaidó y un grupo reducido oficiales militares.
La orden de aprehensión fue dirigida al Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). El tribunal decidió que López continúe cumpliendo su pena de 13 años de prisión —de los cuales ha cumplido cinco años, dos meses y doce días— en el Centro Nacional de Procesados Militares de Ramo Verde (Cenapromil), ubicado en la ciudad de Los Teques, al sur del Área Metropolitana de Caracas.
López aseguró que ha mantenido conversaciones con generales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), por lo que considera que en los sucesivos “van a venir más movimientos en el sector militar”.
El ahora prófugo de la justicia venezolana emitió declaraciones desde la residencia oficial del Embajador de España en Venezuela, donde se encuentra con su mujer, Lilian Tintori, y su hija de 15 meses desde la madrugada del miércoles, tras abandonar la de Chile, a donde acudieron previamente.
El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, señaló este jueves que López se encuentra en la sede diplomática “simplemente como huésped” y no como asilado.
En septiembre de 2015, López fue declarado culpable de los delitos de instigación pública, asociación para delinquir, y ocasionar daños e incendio durante hechos de violencia desatados, tras una manifestación opositora en febrero de 2014, que dejó un saldo de 43 muertos. Tres años más tarde, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela determinó que López cumpliera su condena en prisión domiciliaria por “problemas de salud”
