Estamos frente a un mundo que está dando grandes cambios.
El Covid-19 nos ha mostrado que los cambios son necesarios para adaptarnos evolutivamente.
Hemos tenido que recurrir a la educación virtual para evitar aglomeraciones; así como el fuerte impacto en la cotidianidad de la diversión, hacer ejercicios y en el ámbito laboral.
La ciencia tenía pocas herramientas para evitar la expansión del SARS Cov 2 y tuvo que recurrir a las cuestionadas cuarentenas y confinamientos, procurando evitar el colapso hospitalario y lidiar con una enfermedad nueva que no se conocía adecuadamente.
El confinamiento por cerca de tres meses, en algunos países más, golpeó la economía y la salud mental de los diferentes países.
Con pasos rápidos han aparecido tratamientos paliativos y la búsqueda a prisa de vacunas.
El mundo ha cambiado y lo veremos en la forma de hacer negocios y educarnos. Quienes tengan más flexibilidad en asumir cambios productivos tendrán más éxito.
El Coronavirus ha impactado en nuestras relaciones familiares y sociales. Aún con vacunas tendremos el impacto psicológico de esta pandemia, hasta que logremos tener una cobertura en la inmunidad de un 60 a 70% entre recuperados e inmunizados por vacunas.
Cuando esto ocurra disminuirán los casos y es posible que tengamos una gripe endémica con casos esporádicos o quizás con brotes, en determinados periodos.
Todos deseamos respirar tranquilos, sin miedo a contagiarnos del Covid-19. Cuando esto ocurra estaremos viviendo en mundo diferente, con muchos retos y oportunidades.