Los precios de las viviendas parecen estar “cada vez más fuera de sintonía con los fundamentos” económicos.

Los precios de las viviendas en el mercado estadounidense llevan aumentado de forma constante a lo largo de la última década y lo han hecho aún más desde principios del 2020, hasta el punto de que en la actualidad se aprecian signos de que se está gestando una nueva burbuja inmobiliaria en el país, según queda reflejado en un informe a cargo de un equipo de analistas del Banco de la Reserva Federal de Dallas (EE.UU.).

“Nuestra evidencia apunta a un comportamiento anormal del mercado inmobiliario de EE.UU. por primera vez desde el auge de principios de la década de 2000. Los motivos de preocupación son claros en ciertos indicadores, en particular, la relación precio-alquiler y precio-ingreso [de la población], que muestran signos de que el valor de la vivienda en 2021 parece estar cada vez más fuera de sintonía con los fundamentos” económicos, señalan los autores.

Experto advierte que la burbuja inmobiliaria de EE.UU. podría estallar durante este año

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Entre los factores que estarían inflando la nueva burbuja se enumeran las “históricas” bajas tasas de interés, las interrupciones en las cadenas de suministro y los programas de estímulo fiscal adoptados por el Gobierno para contrarrestar los efectos de la pandemia de covid-19, así como otras políticas asociadas con el coronavirus.

Punto de “exuberancia”

En consecuencia, los precios pueden haber alcanzado un punto de “exuberancia”, en el que nuevos inversores entran en el mercado por temor a perder la oportunidad de conseguir un inmueble a un precio relativamente menor antes de que se encarezca más. Mientras, los inversionistas existentes recurren a una especulación más agresiva, detallan los analistas.

Sin embargo, consideran que las consecuencias de una corrección del sector inmobiliario no serán comparables con la crisis financiera mundial de 2007–09 en términos de magnitud o de gravedad macroeconómica. Entre otras cosas, porque “los balances de las familias parecen estar en mejor forma y el endeudamiento excesivo no parece estar alimentando el auge del mercado”.

Además, gracias a la experiencia de la burbuja inmobiliaria de principios de la década de 2000 y el posterior desarrollo y articulación de herramientas para la detección temprana de indicadores de riesgo, los bancos, legisladores y reguladores “están mejor preparados para reaccionar rápidamente y evitar las consecuencias negativas” de una corrección del mercado inmobiliario, concluye el documento.

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