El Gobierno argentino manifestó en un comunicado que consideraba una “falsa denuncia” el intento por subvertir el orden constitucional en el país vecino.

El Gobierno de Bolivia rechazó “enérgicamente” este lunes las “inamistosas y temerarias” declaraciones de la Presidencia argentina, que calificó de “falsa denuncia”, el fallido intento de golpe de Estado contra el presidente boliviano, Luis Arce, el pasado 26 de junio.

En un comunicado, la Cancillería boliviana afirma que “ha decidido soberanamente vivir en democracia” por lo que “cualquier acto militar que amenace con tanques de guerra y militares armados al Gobierno constituido por el voto del pueblo, es claramente un golpe de Estado“.

Por ello, considera que hay “desinformadas y tendenciosas aseveraciones” sobre la “posible existencia de presos políticos o la posibilidad de inexistencia de un golpe de Estado militar fallido”, con referencia a la expresidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, quien ha sido condenada a diez años de cárcel por los delitos de incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución.

Esto es calificado por La Paz como un “exceso y un negacionismo inaceptable“, por lo que insta a “informarse y actuar en el marco de los principios de respeto a la soberanía y no intervención en asuntos internos de otros estados, de conformidad a la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional”.

En el escrito se expresa que el país suramericano lamenta que “intereses políticos internos y externos, que ya participaron activamente en el 2019 en la ruptura del orden constitucional”, nuevamente “intenten amenazar la estabilidad y la institucionalidad” de Bolivia.

¿Qué dijo el Gobierno argentino?

La Presidencia argentina emitió un comunicado el pasado domingo donde expresó que “repudia la falsa denuncia de golpe de Estado” de Bolivia, a la que además tilda de “confirmada como fraudulenta”.

La Casa Rosada sostiene que obtuvo “reportes de inteligencia“, que le permitieron al Gobierno mantener la “calma y la serenidad frente a los hechos denunciados”. Según esta posición, que se separa de la mayoría de países de la región que condenaron lo ocurrido, “el relato difundido era poco creíble y los argumentos no encajaban con el contexto sociopolítico del país latinoamericano”.

Esta declaración se diferencia del mensaje escrito por la canciller argentina, Diana Mondino, quien el 26 de junio, publicó en su cuenta de X que “los gobiernos, sean buenos o malos, gusten o no, se cambian únicamente en las urnas. No se cambian con violentos golpes de Estado”.

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