La inteligencia emocional es clave para una gestión financiera sana y consciente en el hogar.

En un escenario marcado por el fenómeno cinematográfico de “Inside Out 2”, (Intensamente 2, en español) que ha cautivado a audiencias de todo el mundo con su impactante recaudación récord, surgen varias inquietudes: ¿cómo las emociones podrían impactar en nuestras finanzas personales? ¿cuándo me juegan en contra y cómo puedo usarlas a mi favor?

Tal es el caso de Marta, una madre que se ve abrumada por la ansiedad debido a la inestabilidad laboral. La incertidumbre laboral y la presión emocional la llevaron a evitar enfrentar la realidad económica, postergar la elaboración de un presupuesto y recurrir a compras impulsivas como mecanismo de “escape” temporal.

Sin embargo, este ciclo, con el cual muchos hogares dominicanos se identifican, puede desembocar en una acumulación de deudas, falta de ahorro y decisiones financieras poco planificadas que minan la estabilidad económica a largo plazo. De ahí que las emociones mal gestionadas pueden desencadenar una serie de comportamientos financieros perjudiciales si no se manejan con sensatez.

No obstante, más allá de la ansiedad, otras emociones como la vergüenza, la envidia, el aburrimiento y la culpa pueden ejercer un poderoso efecto en sus decisiones financieras. Por ejemplo, la vergüenza puede llevarlo a usted a esconder problemas económicos, la envidia puede impulsarlo a buscar igualarse con otros en términos materiales a cualquier costo, el aburrimiento puede incitar a buscar entretenimiento a través de gastos innecesarios y la culpa puede distorsionar su percepción del dinero y conducirlo a compensar situaciones pasadas con gastos excesivos.

En este complejo entramado emocional, también se manifiesta la inseguridad, que puede traducirse en una falta de confianza para tomar decisiones financieras trascendentales y conducir a la persona a postergar la planificación económica a largo plazo. Asimismo, la frustración ante dificultades financieras puede impulsarlo a buscar soluciones rápidas e imprudentes que agraven su situación económica en lugar de mejorarla.

Inteligencia emocional

La inteligencia emocional dtiene un papel fundamental en el manejo de las finanzas personales o familiares, ya que implica la capacidad de reconocer, comprender y gestionar sus propias emociones, así como las de los demás.

En primer lugar, esta ayuda a controlar impulsos y tomar decisiones financieras basadas en la razón y no en emociones momentáneas como el miedo, la ansiedad o la euforia. Esto puede prevenir gastos innecesarios, endeudamientos excesivos o inversiones precipitadas que puedan afectar negativamente la estabilidad económica del hogar.

Además, la capacidad de manejar el estrés y la presión en situaciones financieras difíciles es crucial para evitar reacciones impulsivas que puedan perjudicar nuestra situación monetaria a largo plazo. También permite mantener la calma, analizar con claridad las opciones disponibles y tomar decisiones acertadas incluso en momentos de incertidumbre.

De igual forma, en el contexto familiar, la inteligencia emocional facilita la comunicación efectiva sobre temas financieros, fomentando la colaboración, el apoyo mutuo y la resolución constructiva de conflictos relacionados con el dinero. La empatía y la capacidad de comprender las necesidades y preocupaciones de los demás miembros del hogar son fundamentales para establecer metas financieras comunes y trabajar en equipo.

Por ejemplo, cuando experimenta emociones como la confianza, la seguridad o la motivación, estas pueden impulsar a actuar de manera positiva y proactiva en sus finanzas, facilitando la toma de decisiones acertadas.

En tanto, el miedo, de manera gestionada, a perder dinero puede llevarlo a ser más cauteloso al invertir o a establecer un fondo de emergencia, mientras que la ansiedad por el futuro financiero puede motivar a planificar con anticipación y buscar asesoramiento profesional. Por lo tanto, es crucial reconocer cómo las emociones influyen en sus finanzas personales y desarrollar una inteligencia emocional sólida para gestionar adecuadamente estos aspectos. Llevar un registro detallado de sus gastos le ayudará.

Salud mental

El 20% de la población dominicana padece algún trastorno. Entre los más comunes figuran bipolaridad, esquizofrenia, trastorno de la conducta, distimia (un tipo depresión).

Por tanto, la salud mental está conectada con las emociones. Gestionar las emociones de manera saludable es clave para mantener un equilibrio mental adecuado.

Para encontrar equilibrio

  1. Autoconocimiento. Reconocer sus emociones relacionadas con el dinero, como la ansiedad o el miedo es vital.
  2. Metas. Definir objetivos financieros concretos ayuda a mantener el enfoque en las decisiones financieras a largo plazo.
  3. Presupuesto. Elaborar un presupuesto detallado y un plan de ahorro para tener control sobre sus finanzas.
  4. Asesoría. Busque asesoramiento financiero para que le proporcionen una perspectiva objetiva en momentos de incertidumbre.
  5. Paciencia. Evite tomar decisiones impulsivas en momentos de alta emotividad financiera. Analice las opciones disponibles antes.
  6. Apoyo. Compartir sus preocupaciones financieras con amigos cercanos o familiares de confianza puede ayudarle a gestionar.

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