Debido a su limitada distribución geográfica y la destrucción de su hábitat, el ‘Hypocreopsis amplectens’ es considerada una especie en peligro crítico de extinción.

Un grupo de naturalistas compuesto por científicos y voluntarios del Real Jardín Botánico de Victoria, encabezado por Sapphire McMullan-Fisher y Michael Amor, descubrió durante una expedición en French Island, en el estado de Victoria, en el sur Australia, la población más grande hasta ahora documentada del “extraño” hongo ‘Hypocreopsis amplectens’, una de las especies más amenazadas del país.

Conocido coloquialmente como dedos del árbol de té por su peculiar forma, que se asemeja una mano que se aferra al sustrato sobre el que crece, este hongo se distribuye en bajas densidades en pequeñas regiones de Australia continental. Además, se le considera una especie en peligro crítico de extinción debido a la destrucción de su hábitat, causada principalmente por los incendios forestales y las actividades antropogénicas.

Según detalló el Real Jardín Botánico de Victoria en un comunicado, antes del descubrimiento hecho en la isla a mediados de este mes, se conocían únicamente 20 cuerpos frutales individuales de esta especie; sin embargo, durante el primer día de la expedición el equipo encontró nueve ejemplares. Asimismo, fue descubierta una población que podría tener más de 100 especímenes, cifra que supera todas las observaciones de dedos del árbol de té realizadas en el territorio continental.

El hallazgo, explica McMullan-Fisher, “plantea interesantes cuestiones sobre los mecanismos de dispersión del dedo del árbol de té, incluida la forma en que atravesó un tramo de 2 a 5 km de océano”. Por su parte, Amor destacó que la población recién encontrada “puede reflejar la naturaleza intacta de esta zona comparativamente prístina y podría ofrecer una visión del estado histórico de las poblaciones del continente, es decir, antes de la perturbación y la pérdida de hábitat provocadas por el hombre”, afirma Amor.

Ahora, los científicos planean continuar con sus investigaciones en French Island, así como en otras regiones de Australia continental en donde se estima podrían existir otras poblaciones de este inusual y extraño organismo.

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