Los embriones de ciertas tortugas demuestran esa ‘supercapacidad’ al moverse dentro de sus huevos en función de la temperatura.

Algunos embriones de tortugas eligen su sexo al moverse dentro del huevo durante su fase de gestación y esa ‘supercapacidad’ explicaría por qué ciertos reptiles no se extinguieran a pesar de los grandes cambios climáticos que la Tierra sufrió en el pasado.

Hasta el momento se estimaba que la supervivencia de los reptiles ovíparos con determinación del sexo en función de la temperatura (TSD) solo dependía de que las hembras reproductoras predijeran las condiciones de su incubación de manera adecuada.

Sin embargo, científicos chinos del Instituto de Zoología de Pekín han concluido que en este factor también influye la capacidad de los embriones para moverse dentro del huevo y seleccionar regímenes térmicos óptimos que atenuarían las inclemencias ambientales.

Un equipo liderado por Wei Guo Du, profesor en la Academia de Ciencias de China, ha puesto a prueba la viabilidad de esa termorregulación con huevos de tortuga china crestada (‘Mauremys reevesii’), según refleja el estudio que han publicado en la revista Current Biology.

Esos científicos sugieren que la característica única de una de las mascotas más populares en Japón y China ayuda a que este símbolo de la longevidad resuelva dos problemas a la vez: calentarse o enfriarse en exceso y que todas las recién nacidas sean de un único sexo por esa circunstancia.

Se informa que de esta manera la especie no solo podría controlar el equilibrio en el número de machos y hembras, sino también ayudarse, en cuanto tortugas, a enfrentarse a las condiciones del cambio climático.

“Esto explica como ciertas especies de reptiles, con determinación de sexo dependiente de las temperaturas, lograron sobrevivir a períodos anteriores en la historia de la Tierra, cuando las temperaturas eran mucho más calientes que en la actualidad”, declaró Du.

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