El presidente filipino advierte que la disputa territorial de Pekín en el mar de la China Meridional podría inspirar a otros países, y puso como ejemplo una hipotética reclamación de Manila sobre el mar de Sulú.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha aconsejado a Pekín tener cautela con su actual disputa territorial en el mar de la China Meridional, afirmando que podría instigar a otros países a adueñarse de territorios ajenos.
«Somos amigos, pero mi pregunta para China es ¿es correcto que China declare ser dueño de un océano?», indagó el mandatario este viernes. «Es simple: ¿se puede [o no] reclamar un océano como propio?; porque si se puede, díganmelo ahora, yo también reclamaré el mío«, añadió, según cita The Straits Times.
Duterte recalcó el peligro de que EE.UU., por ejemplo, declare como suyo un tercio del océano Pacífico tras el ejemplo chino. «Ahora estoy pensando en reclamar el mar de Sulú como nuestro y ustedes no pueden pasar por allí sin mi permiso ese es el peligro», aseveró el mandatario.
En abril, el presidente había previsto lo que sucedería con una hipotética ocupación china de una de las islas filipinas en las aguas en disputa: «China nunca haría eso, a menos que quiera una guerra contra nosotros«.
En 2016, la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya estableció que China no tiene «derecho histórico» sobre los territorios en disputa en esas aguas, determinando además que el gigante asiático «ha violado los derechos de soberanía de Filipinas». Pekín, por su parte, considera que La Haya no tiene jurisdicción para resolver disputas territoriales.