Un miembro del partido oficialista asegura que el mandatario “subestimó cuánto desagradaba al público su personalidad”.
No es casualidad que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, haya desaparecido últimamente de la escena pública, sostiene un artículo de Politico. Incluso el día de las elecciones legislativas, el 30 de junio pasado, apareció en una mesa electoral de la comuna costera de Le Touquet tratando de pasar de incógnito, usando gafas de sol y una gorra de béisbol negra.
Según un miembro del partido oficialista Renacimiento, que habló con el medio bajo condición de anonimato, el mandatario se comporta así porque “le dijeron que abandonara [la campaña]”. “Y en realidad no es que haya escuchado nuestro mensaje, es más bien que se vio obligado a escucharlo“, comentó la fuente.
A su juicio, una desventaja clave de esta campaña electoral fue que el presidente “subestimó cuánto desagradaba al público su personalidad“.
El índice de popularidad de Macron se ha desplomado especialmente en las últimas semanas. Su rostro ha sido eliminado del material de campaña del movimiento que fundó y que ha experimentado varias renovaciones de imagen en los pocos años de su existencia. De hecho, Politico recoge que varios aliados del líder francés no lo quieren en la campaña electoral y lo perciben como “loco” y “agente del caos”.
La autora del artículo, Clea Caulcutt, lo compara con un Napoleón obligado a exiliarse, pero estima que reaparecerá pronto ante las cámaras, mientras que la selección de un candidato para el cargo de primer ministro puede durar semanas después de la segunda ronda de las elecciones legislativas prevista para el 7 de julio.
