Santo Domingo, RD.- Los sectores productivos del país se ven afectados por la propagación del covid-19 y si se extiende la cuarentena las actividades económicas a pequeña escala, impulsadas por trabajadores por cuenta propia o negocios de pocos empleados, serán los más laceradas.

Así lo aseguró el economista Antonio Ciriaco Cruz, vicedecano de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), al subrayar que las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), así como los dueños de pequeños negocios informales están en una situación “bastante difícil”.

En República Dominicana la tasa de informalidad laboral es de 58.7%, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT), de octubre- diciembre 2017.

Este sector, de acuerdo a Ciriaco, está supeditado a la ayuda del Gobierno, la cual asegura que es limitada, razón por la que las autoridades tendrían que reajustar el Presupuesto General de la Nación y endeudarse más si se extiende la crisis sanitarias.

“Estamos hablando de que prácticamente el 95% del tejido empresarial en República Dominicana son Mipymes, y una gran parte de estas son informales”, enfatizó.

Entiende que negocios informales están supeditados a la ayuda del Gobierno, como el subsidio temporal del programa “Quédate en casa”, que promete ayuda económica para 1.5 millones de dominicanos pobres.

Medidas traen alivio a mipymes

Lenin Ramírez, propietario de Proyectos Mida, una empresa de serigrafía y venta de artículos personalizados, cuenta que ha tenido que paralizar sus operaciones, pese a seguir pagando alquiler de local, tarifa eléctrica y la nómina a sus cinco empleados.

Por consideración, Ramírez dice que no puede despedir a sus trabajadores. “Les pagué su quincena y prometí pagarles la otra aún no estemos trabajando, ya que no puedo desampararlos. Ya después de eso será muy difícil sostener los empleos sin producción”, reflexiona.

“Pagar los servicios aún sin producir no es fácil para un pequeño emprendedor”, reitera. Sin embargo, dice sentir cierto “alivio”, tras la medida anunciada por la Dirección General de Impuesto Internos (DGII), entre ellas, la extensión de pago total o parcial del anticipo al 15 de abril en un 99% para las empresas que estén paralizadas.

Reinventarse, una opción para los emprendedores

“Yo soy emprendedora y estoy gritando. No podré trabajar hasta que no termine todo esto”, comenta una joven profesional del área de la Comunicación Social que es propietaria de un centro fotográfico.

Comenta que se sustenta de tomar fotografías, llevar las relaciones públicas a entidades, alquilar espacios de trabajo para emprendedores e impartir talleres, pero ayer decidió entregar el local por el que paga RD$19,000 al mes y que debía costear a parte de los servicios de Internet, limpieza y la tarifa eléctrica.

Pese al panorama poco halagüeño, pretende seguir ofreciendo sus servicios de relaciones públicas, ya que asegura no es necesario oficina para ello. “Nada, me costará vender mis servicios de fotografía en exterior y cuando vaya a organizar algún taller, pues usar uno de esos locales que alquilan para impartir talleres”, agrega.

Sector informal a la deriva

Los que trabajan por cuenta propia también se ven seriamente afectados. Julio de Jesús es un padre de familia que ha tenido que dejar de operar en su pequeño negocio de pizza casera. Pese a ser de alimentos cocidos, decidió paralizarlo para salvaguardar la salud de sus pocos colaboradores.

“Estamos esperando a que todo esto pase, a ver qué se hará. Ya los ingresos han bajado muchísimo”, asegura Julio, quien se sustenta, ahora mismo, del dinero que recibe de alquiler de casas y que resulta insuficiente debido a que tiene compromisos financieros.

Dentro del grupo informal se encuentran, los denominados “chiriperos”, quienes no tienen otras fuentes de ingreso. Para esas familias el Gobierno dispuso ayuda. Sin embargo, personas consultadas dudan que puedan ser “realmente beneficiadas”.

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Por El Dinero