La ‘gran marcha’ dejó huella en múltiples utensilios descubiertos en una cueva de Altái.

Miles de utensilios de piedra idénticos que los dejados por los neandertales de Europa han sido descubiertos en la cueva de Chagýrskaya, en los montes de Altái, al sur de Siberia. “Es una prueba directa de un viaje transcontinental de neandertales”, sostienen en el sitio web de la División Siberiana de la Academia de Ciencias de Rusia, cuyos arqueólogos y antropólogos trabajaron en el lugar.

Los científicos se preguntaron quién había llevado dichos utensilios, de los cuales no había rastro en otros emplazamientos conocidos de Altái, dijo Xenia Kólobova, doctora en Historia. Destacó que los huesos hallados “eran de una subespecie neandertal de hace aproximadamente 60.000-50.000 años”.

Kólobova relató que los expertos se dedicaron a “comparar nuestros útiles de piedra con los ubicados cerca y no encontraron nada parecido en Altái, ni tampoco en Asia Central, ni más cerca de los Urales”. “Los análogos más próximos estaban únicamente en la cuenca del Volga. A continuación empezamos a identificar objetos semejantes en el territorio de Crimea, el Cáucaso del Norte, y en Europa Oriental y Central”.

Miles de utensilios de piedra idénticos que los dejados por los neandertales de Europa han sido descubiertos en la cueva de Chagýrskaya, en los montes de Altái, al sur de Siberia. “Es una prueba directa de un viaje transcontinental de neandertales”, sostienen en el sitio web de la División Siberiana de la Academia de Ciencias de Rusia, cuyos arqueólogos y antropólogos trabajaron en el lugar.

Los científicos se preguntaron quién había llevado dichos utensilios, de los cuales no había rastro en otros emplazamientos conocidos de Altái, dijo Xenia Kólobova, doctora en Historia. Destacó que los huesos hallados “eran de una subespecie neandertal de hace aproximadamente 60.000-50.000 años”.

Kólobova relató que los expertos se dedicaron a “comparar nuestros útiles de piedra con los ubicados cerca y no encontraron nada parecido en Altái, ni tampoco en Asia Central, ni más cerca de los Urales”. “Los análogos más próximos estaban únicamente en la cuenta del Volga. A continuación empezamos a identificar objetos semejantes en el territorio de Crimea, el Cáucaso del Norte, y en Europa Oriental y Central”.

Los neandertales europeos posiblemente cazaban caballos salvajes y bisontes, según Kólobova. Unos 60.000 años atrás el frío y la sequía habrían obligado que algunas tribus migraran hacia el este, siguiendo los pasos de las manadas de animales.

“Los neandertales eran exploradores intrépidos”, estimó el geocronólogo australiano Richard Roberts, quien participó en la datación de los hallazgos. No obstante, los investigadores admiten que los neandertales posiblemente no tenían la intención de ir tan lejos.

Y no era el primer viaje importante para la población europea de neandertales. Algo parecido había tenido lugar hace 100.000 años, pero los que llegaron hasta Denísova confeccionaban útiles diferentes. A partir de eso, los científicos estiman que representaban otra ola migratoria.

Velocidad migratoria

Los homínidos habían recorrido entre 3.000 y 4.000 kilómetros para llegar a las montañas de Altái. Se estima que en tiempos más cálidos su avance hacia el este iba a una velocidad de apenas 100 kilómetros por generación y el traslado desde Europa Oriental al sur de Siberia pudo durar entre 600 y 700 años.

Sin embargo, no está claro cuánto tiempo pasaron efectivamente en camino y cuántos individuos participaron en la migración. Los antropólogos solo están seguros de que los conocimientos sobre el itinerario se transferían de un grupo de neandertales a otro.

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