Investigadores del Reino Unido afirman que es la primera vez que ese material es encontrado en la cadena alimenticia marina.

Un estudio realizado por investigadores del Reino Unido advirtió sobre la creciente presencia de fibra de vidrio o plástico reforzado con fibra de vidrio (PRFV) en la cadena alimenticia marina, ya que un gran número de partículas fue hallado en bivalvos, como ostras y mejillones. Detallan que esto no representa solamente un peligro para esas especies, sino que también podría serlo para los humanos que las consumen.

La investigación estuvo a cargo de especialistas de las universidades británicas de Brighton y de Portsmouth y fue publicado por Journal of Hazardous Materials. De acuerdo con el texto, la fibra de vidrio fue ampliamente utilizada en la década de 1960 para la fabricación de pequeñas embarcaciones debido a su durabilidad, pero también es difícil de descartar y suele terminar abandonada de manera incorrecta. Por lo tanto, las partículas de vidrio contaminan al agua, en especial durante la temporada de mantenimiento de los barcos, como el invierno.

Así fue que utilizando la técnica de espectroscopia micro Raman, los científicos encontraron hasta 11.220 partículas de PRFV por kilogramo de ostras y 2.740 por kilo de mejillones, afectando gravemente su salud, ya que las partículas pueden interferir en su sistema digestivo y provocar estrés fisiológico e incluso la muerte.

Potencial riesgo para los seres humanos

El estudio señala que no solo estos bivalvos están expuestos a sufrir las consecuencias de la presencia de la fibra de vidrio, sino que también podrían estarlo las personas cuando se alimentan de ellos. “Todavía no sabemos lo que eso significa para la salud humana. Pero es probable que algo similar esté sucediendo, así que la pregunta es a qué concentración se convierte en un problema”, explicó Fay Couceiro, profesor de la Universidad de Portsmouth.

Además, aseguró que se trata de un “problema global, particularmente para las naciones insulares con espacio limitado en los vertederos”. “Se están realizando esfuerzos para encontrar soluciones viables de eliminación, pero es necesario hacer más para prevenir el vertido en el mar y la quema en tierra”, manifestó.

Mientras que Corina Ciocan, profesora de biología marina en la Universidad de Brighton, sostuvo que estos hallazgos “muestran un nivel preocupante de contaminación por PRFV en la vida marina”, a la vez que señaló que el estudio es “el primero de su tipo en documentar una contaminación tan extensa en poblaciones naturales de bivalvos”. “Es un duro recordatorio de los peligros ocultos en nuestro entorno”, expresó.

Por último, afirmó que para revertir esta tendencia se debe mejorar el mantenimiento de las embarcaciones y su gestión “al final de su vida útil”, con lo que se evitaría la “propagación de contaminantes”.

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