Cada franja en la imagen satelital de la región estadounidense afectada por los terremotos representa 12 centímetros de elevación o hundimiento del paisaje.

Los dos recientes temblores de gran intensidad y miles de réplicas de distinta magnitud registrados en California (EE.UU.) han alterado la corteza terrestre. No todos los cambios ocasionados a la superficie del planeta son tan obvios como las múltiples grietas fotografiadas por los aficionados estos días.

Para elaborar este mapa, un equipo de expertos de la NASA   empleó datos recopilados por un radar de apertura sintética, el ARIA. Este dispositivo orbital con sensores proporciona a los científicos imágenes de alta resolución. Desde la altura de un satélite lanzado por la agencia espacial japonesa JAXA, el dispositivo capta en detalle el paisaje en dos y tres dimensiones.

La comparación de aquellas imágenes que habían sido tomadas antes de los terremotos (el año pasado) con las posteriores (8 de julio) ha permitido a los científicos mapear las modificaciones en el relieve en una escala de varios centímetros. A continuación aplicaron diferentes colores para resaltar los desplazamientos.

Cada color en la imagen resultante corresponde a 12 centímetros de elevación o hundimiento en el paisaje, explica la NASA en un comunicado. Hay también evidencia de grietas en algunas líneas que separan las franjas de distintos colores. Las áreas de ‘ruido’ pueden señalar aquellos lugares donde la superficie del suelo resultó más perturbada.

Expertos de los servicios geológicos federal y de California están utilizando este mapa de deformaciones en la superficie para evaluar los daños y mapear las fallas dejadas por la última serie de movimientos telúricos. Los cambios se traslucen de esta manera en un espectro que sería imposible apreciar desde la superficie.

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