Un ejercicio teórico de la NASA revela incertidumbres en la toma de decisiones sobre las misiones espaciales destinadas a proteger a nuestro planeta del impacto de asteroides.

Un reciente ejercicio teórico en el que se simularon las respuestas a una hipotética amenaza de asteroide, cuyo resumen fue publicado el pasado jueves por la NASA, concluyó que la humanidad tiene una “preparación limitada para implementar rápidamente las misiones espaciales necesarias” para defenderse contra el impacto de un gigantesco objeto rocoso, incluso con más de 10 años de anticipación.

En 1998, el Congreso de EE.UU. encomendó a la NASA la misión de identificar y rastrear al menos el 90 % de los objetos cercanos a la Tierra de más 1.000 metros de diámetro, luego del frenesí mediático que generó un informe erróneo acerca de un asteroide recién descubierto. Hasta el momento, se han detectado 863 objetos con diámetros de 1.000 metros o más.

Según la NASA, pese a que no se conocen riesgos considerables de choque de asteroides contra la Tierra en un futuro cercano, aproximadamente cada dos años se realizan ejercicios hipotéticos que brindan información sobre cómo EE.UU. debería actuar ante la probabilidad de que uno de estos objetos impacte contra nuestro planeta.

A principios de abril, un centenar de miembros de varias agencias estadounidenses e internacionales se reunieron en el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins para participar en el quinto ejercicio teórico de impacto de asteroides.

Incertidumbres en la toma de decisiones

A los participantes se les pidió que dieran sus respuestas a un escenario hipotético en el que existe un 72 % de posibilidades de que un asteroide de gran tamaño impacte contra la Tierra dentro de unos 14 años. Los resultados fueron desalentadores, puesto que existen incertidumbres en el proceso de toma de decisiones sobre las misiones para hacer frente al posible impacto de un asteroide.

De acuerdo con la NASA, no se logró determinar con precisión el tamaño, la composición y la trayectoria a largo plazo del hipotético asteroide. La agencia advierte también que no sería posible realizar observaciones terrestres durante siete meses, debido a que el objeto rocoso podría pasar detrás del Sol poco después de haber sido descubierto. Esta situación fue considerada como “una pérdida de tiempo crítica”.

La probable trayectoria del impacto descrita en el resumen abarca ciudades de México, EE.UU., Portugal, España, Argelia, Túnez, Libia, Egipto y Arabia Saudita. Por otro lado, se reveló que los participantes no comprenden plenamente la función del Grupo de Asesoramiento y Planificación de Misiones Espaciales. Esta entidad respaldada por la ONU tiene el objetivo de iniciar y ejecutar misiones espaciales para la desviación de objetos cercanos a nuestro planeta.

Corregir las deficiencias detectadas

La NASA recomendó a la comunidad internacional que establezca un proceso para decidir qué opciones seguir en diferentes escenarios de defensa planetaria, así como que lleve a cabo un ejercicio para poner a prueba ese proceso. “Estos resultados ayudarán a dar forma a futuros ejercicios y estudios para garantizar que la NASA y otras agencias gubernamentales sigan mejorando la preparación para la defensa planetaria”, indicó Lindley Johnson, oficial emérito de defensa planetaria de la agencia espacial estadounidense.

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