Santo Domingo, RD.-La informalidad no ha disminuido con el tiempo, sino que ha aumentado en la región de América Latina y el Caribe. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que un 53% de la población ocupada se encuentra en la informalidad laboral, en su mayoría negociantes que viven del día a día y carecen de protección social.

Durante el 2020, en pleno epicentro de la pandemia, cerca de 140 millones de trabajadores estaban fuera de la legislación laboral y carecían de seguridad social.

Estadísticas del Banco Central dominicano (BC) establecen que para el período septiembre-diciembre 2021, la población económicamente activa totaliza 4,782,114. De esa cantidad 2,071,957 (43.3%) personas trabajan en el sector formal y 2,710,157 (56.7%) en el informal.
Pero dentro de los trabajadores informales se cuenta profesionales y comerciantes que laboran por cuenta propia y perciben ingresos por encima del promedio de los salarios de la formalidad.

Es el caso de la mercadóloga Anne Mártire, quien emprendió en la cocina, específicamente en repostería, para diversificar sus ingresos durante el covid-19. Comenta que el inicio fue un proceso retador y lleno de aprendizaje, de saber cuál producto funcionaba en el mercado y aprender a balancear los costos de producción con las ganancias de ventas.

Para la elaboración de postres se necesitan ingredientes esenciales como huevos (un cartón de 30 unidades cuesta RD$228); azúcar blanca, cuyo precio ronda los RD$30 la libra; chocolate, mantequilla y otros.

En base a los costos de la materia prima, Mártire fija los precios de sus productos artesanales. La emprendedora sostiene que seis y nueve unidades de “brownies” cuestan RD$600 y RD$825, respectivamente.

Diversificación
En el informe “Situación económica y de mercado de las mipymes en República Dominicana por la crisis del covid-19”, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), para solventar la crisis económica estos negocios tendrán que renovarse y adaptar los procesos analógicos a la digitalización, así como agilizar los servicios que ofrecen mediante el uso de la tecnología.

Algunos negocios no nacieron en medio de la crisis, pero sí tuvieron que cambiar su modelo de ventas para adaptarse a la situación de salubridad, como la repostería Letyliz Delicatessen, que se auxilió de la aplicación “WhatsApp Business” para automatizar las respuestas y ordenar las conversaciones con los clientes, saber quién falta por pagar, día de entrega y el tipo de postre que desea comprar.

A pesar de que el coronavirus evidenció la necesidad de utilizar el Internet como medio de trabajo, el informe detalla que únicamente el 13% de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) encuestadas lo utiliza como herramienta de distribución de sus productos.

La emprendedora de este negocio cobra entre RD$2,000 y RD$3,800 por una libra de bizcocho; la unidad de brownies varía entre RD$50 y RD$75; una docena de cupcakes tendrá un precio de RD$850, mientras que la docena de galletas glaseadas vale RD$1,200. A pesar de tener los precios establecidos, asegura que aumentarán dependiendo del tamaño y del comportamiento de los costos de los ingredientes.

Su dueña, Rosario Encarnación, afirma que un paso hacia la formalización fue registrar el nombre comercial del negocio en la Oficina Nacional de la Propiedad Industrial (Onapi) en el 2017, donde tuvo que pagar RD$5,000 por un período de 10 años. Entiende que seguir las normas de la ley la obliga a ofrecer un servicio de calidad y responsable con los clientes.

Sin embargo, estar bajo el amparo de las leyes la lleva a realizar diplomados y talleres para perfeccionar la técnica de repostería. Encarnación cuenta que el último entrenamiento al que asistió tuvo una inversión de RD$24,500. “Aprender a cocinar es el arte de saber cuándo se deben actualizar los conocimientos”, asegura.

Con la economía en recuperación estos emprendimientos esperan seguir diversificando sus ingresos y aumentar su capital. No obstante, el informe resalta que las mipymes deben reflexionar sobre su modelo económico para que les permita desarrollar las capacidades y ser resilientes frente a crisis económicas.

Usuarios

Durante el epicentro del coronavirus en el 2020, la conectividad consolidó su rol como el protagonista en la sociedad dominicana, convirtiéndose en un aliado estratégico para los sectores productivos que transformaron sus métodos analógicos a procesos digitales.

Según datos del Instituto Dominicano de Telecomunicaciones (Indotel), las cuentas de internet de negocios alcanzan los 701,063 durante el 2019. Sin embargo, durante el 2020 totalizaron 967,769 cuentas de internet de negocios, lo que equivale a un 38% de crecimiento entre ambos períodos. O sea, hubo 266,706 nuevas cuentas de internet de negocios.

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Por El Dinero