Santo Domingo, RD.- El apoyo desinteresado de las emisoras, djs y otros medios difusores hacia los artistas ha desaparecido. Ahora todo se mueve con dinero, y el que no tenga no se ayuda, sin importar quien sea.

Hoy en día en la industria de la música urbana lograr o mantener una pegada se hace difícil debido a los altos peajes que tienen los diversos sectores de promoción en el mercado.

Esta triste realidad le ha trancado el juego a muchos exponentes que cuando no existían las altas ganancias económicas que se aprecia en la actualidad, sonaban hasta “en el último rincón”, pero luego, al no ajustarse a los cambios, su imagen mermó dentro del gusto popular, situación que les impide generar dinero a través de la música para mantenerse.

Afectados con calidad

Entre los urbanos que buscan una segunda oportunidad a puro pulmón están: Pablo Piddy, Mr Manyao, El Príncipe Baru, Carlitos Wey, Beethoven Villamán, Milka La Más Dura, El Crok, El Poeta Callejero, Melymel, El Chuape, Paramba, Atomic Otro Wey, El Súper Nuevo y La Materialista han tenido que conformarse con las redes sociales para poder promocionar su música ya que no cuentan con un presupuesto que se ajuste completamente a la promoción de un tema o pactar con empresarios sin obtener un porcentaje significativo solo por pegarse de nuevo.

El precio de la fama

Un cantante de música urbana debe tener alrededor de 1.5 millones de pesos para costear todas las vías de promoción. Únicamente agotar los procesos tradicionales representa un gasto excesivo para ellos.

POR DENTRO
La culpa.
“Esto es por culpa de un grupo que se encargó de dañar el negocio y sobre pagar la payola a quienes tienen medios y plataforma de promoción. Entonces el promocionarse en la actualidad sale caro, y esos artistas no tienen como generar esos pagos. Ya no hay apoyo real, ahora es todos por interés. Además los artista se portaron mal con quienes los ayudaban” expresó Dj Topo, propulsor del género urbano.

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