Más de 3.000 cadáveres de aves han sido localizados en las islas Farne, aunque las autoridades estiman que miles de ejemplares murieron y cayeron al mar.

Las autoridades británicas advirtieron que el brote de gripe aviar declarado en las islas Farne podría representar una “tragedia en la fauna salvaje sin precedentes”. De momento, ya están recogiendo las 3.000 aves muertas localizadas para su incineración.

Más allá de esa cifra, se estima que la cantidad de ejemplares muertos sería mucho mayor, ya que miles de ellos habrían caído al mar del Norte desde los acantilados de las islas ubicadas en el noreste inglés, donde habitan 23 especies de aves. “Las aves muertas están apareciendo en las playas”, manifestó Gwen Potter, representante de la organización National Trust, a cargo del cuidado de las islas.

Guardaparques recogen aves muertas por gripe aviar en la Isla Staple, una de las que conforman las Islas Farne, en el Reino Unido, el 20 de julio de 2022.Owen Humphreys / PA Images / Gettyimages.ru

Para evitar una mayor contaminación, los cadáveres de los ejemplares comenzaron a ser retirados por guardaparques equipados con guantes, máscaras y trajes especiales para evitar el contacto directo. Además, han cerrado las islas a los turistas mientras se intenta evitar la propagación de la enfermedad durante el período de reproducción de las aves.

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“El bienestar de nuestro personal, voluntarios y visitantes es nuestra prioridad mientras ‘navegamos’ por esta tragedia de la fauna salvaje sin precedentes”, expresó Simon Lee, gerente general de las islas, quien agregó que “no hay registros de nada tan potencialmente dañino” para las “colonias de aves marinas ya en peligro de extinción”.

Además, detalló que “las islas Farne son una reserva natural nacional y hogar de, aproximadamente, 200.000 aves marinas, incluyendo araos, gaviotas tridáctilas, alcas y cormoranes moñudos, además de charranes árticos y frailecillos”.

Por su parte, Ben McCarthy, jefe de conservación de la naturaleza y ecología de la restauración de National Trust, comentó que la “enfermedad está deshaciendo décadas de arduo trabajo para restaurar la naturaleza y socava los propios objetivos del Gobierno para revertir el declive de las especies amenazadas y mejorar sus hábitats”.

“La escala de este desastre requiere un plan de respuesta nacional urgente para el virus en las aves silvestres”, añadió.

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