Fueron arrestados y, en caso de ser declarados culpables, podrían enfrentar una sentencia máxima de 10 años de prisión.

Tres oficiales penitenciarios de Nueva York fueron arrestados el pasado jueves tras ser acusados de haber mentido, al justificar supuestas enfermedades para ausentare del trabajo durante más de un año, en medio de una crisis por falta de personal que ha provocado episodios de violencia en las cárceles de la ciudad, comunicó el Departamento de Justicia de EE.UU.

De acuerdo con la investigación, los agentes Steven Cange, Eduardo Trinidad y Monica Coaxum, quienes trabajaban en la prisión de Rikers Island, fueron inculpados por un tribunal en dos denuncias penales separadas, por fraude en perjuicio de una organización que recibe fondos federales.

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Los imputados utilizaron justificantes médicos falsificados para respaldar sus diferentes dolencias. Steven Cange, de 49 años, solicitó una baja por enfermedad en marzo del 2021, tras afirmar que sufrió los efectos secundarios de la vacuna contra el covid-19. Mientras se encontraba presuntamente convaleciente, el acusado recibió más de 160.000 dólares en concepto de salario por un año. La Policía obtuvo evidencia de que Cange podía trabajar, luego de observar que este participaba en actividades cotidianas sin ninguna dificultad.

Por otro lado, Eduardo Trinidad y su prometida Monica Coaxum, de 42 y 36 años respectivamente, recibieron alrededor de 220.000 dólares de manera conjunta durante su licencia por enfermedad. Ambos fingieron enfermedades para no acudir al centro penitenciario a lo largo de un año. Sin embargo, se demostró que la pareja realizaba viajes y otras actividades con normalidad.

“Como se alega, en medio de una crisis de personal en curso en Rikers Island, los demandados defraudaron a los neoyorquinos al obtener de manera fraudulenta sus salarios completos mientras tomaban más de un año de licencia por enfermedad”, indicó el fiscal federal Breon Peace, señalando que “estos oficiales correccionales abandonaron su juramento de proteger a los reclusos y pusieron en riesgo la seguridad de sus compañeros“.

Los tres oficiales se encuentran en libertad bajo fianza. En caso de ser declarados culpables, podrían enfrentar una sentencia máxima de 10 años de prisión.

Según The New York Times, la cárcel de Rikers Island está enfrentando una crisis de ausentismo laboral desde principios del año pasado, lo que ha ocasionado que los actos de violencia dentro del complejo hayan aumentado significativamente. El pasado 1 de noviembre, un oficial murió tras ser apuñalado en la cabeza por un recluso. En lo que va del año, se han registrado 18 asesinatos en dicha prisión.

Anteriormente, el Consejo Municipal de Nueva York votó a favor de cerrar la prisión en el año 2026. Además, se prevé construir otras cuatro cárceles más pequeñas y modernas y con un trato más humano, las cuales se ubicarían más cerca de los principales tribunales neoyorkinos.

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