El trabajo de los científicos en el terreno evidenció que el glaciar en algún momento, en los últimos 200 años, retrocedió el doble de la tasa documentada utilizando satélites entre 2011 y 2019.
El enorme glaciar Thwaites en la Antártida occidental, de aproximadamente el tamaño del estado de Florida, se encuentra en una fase de “colapso” debido a su rápido retroceso (a escala del tiempo geológico). Su derretimiento podría elevar globalmente el nivel del mar hasta 3 metros, lo que genera una preocupación sobre exactamente cuánto o qué tan rápido puede entregar su hielo al océano, según revelan este lunes, en un comunicado, científicos la Universidad del Sur de Florida (USF) que investigaron el lecho marino frente al glaciar.
El equipo científico multinacional fue dirigido por el geofísico marino Alastair Graham, de la USF, quien por primera vez mapeó en alta resolución un área crítica del lecho marino frente al glaciar. Las impresionantes imágenes del fondo marino y las capas de hielo proporcionaron información fundamental a los expertos de qué tan rápido se retiró y se movió Thwaites en el pasado.
Para realizar esta tarea, los investigadores realizaron una expedición a bordo del R/V Nathaniel B. Palmer, en el 2019. Desde el barco, lanzaron al océano un vehículo robótico de última generación, llamado ‘Rán’, cargado con sensores de imágenes, en una misión de 20 horas. La falta de hielo marino, por un verano inusualmente cálido, permitió a los científicos acceder al frente del glaciar por primera vez en la historia.
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Las imágenes mostraron características geológicas que resultan novedosas para la ciencia y también proporcionan una especie de “bola de cristal” para ver el futuro de Thwaites. Graham planteó que resultó alarmante constatar que, en períodos recientes, la tasa de retirada de la masa de hielo fuera pequeña en comparación con las tasas de cambio más rápidas del pasado.
Los científicos estimaron que, en algún momento de los últimos 200 años, durante un período de menos de 6 meses, el frente del glaciar perdió contacto con una dorsal del lecho marino y retrocedió a un ritmo de más de 2,1 kilómetros por año, el doble de la tasa documentada utilizando satélites entre 2011 y 2019. “Nuestros resultados sugieren que se han producido pulsos de retroceso muy rápidos en el glaciar Thwaites en los últimos dos siglos, y posiblemente tan recientemente como a mediados del siglo XX”, dijo Graham.
“Thwaites realmente se está agarrando con las uñas, y deberíamos esperar ver grandes cambios en pequeñas escalas de tiempo en el futuro, incluso de un año al siguiente, una vez que el glaciar retroceda más allá de una cresta poco profunda en su lecho”, dijo el geofísico marino, Robert Larter, del British Antarctic Survey, quien es coautor del estudio. “Solo una pequeña patada a Thwaites podría generar una gran respuesta“, agregó Graham. “Realmente fue una misión única en la vida”, puntualizó.
Según las Naciones Unidas, aproximadamente el 40% de la población humana vive a menos de 100 kilómetros de la costa por lo que, en opinión de los expertos, estos estudios permitirán realizar importantes predicciones sobre el impacto potencial del aumento global del nivel del mar. “Solo porque está fuera de la vista, no podemos olvidarnos de Thwaites”, dijo Tom Frazer, decano de la USF. El estudio, fue publicado este lunes en Nature Geoscience.