Amigos de uno y otra coinciden en que ambos intentaron adaptarse a sus respectivos mundos sin éxito, publica el periódico El País.
Santo Domingo, RD.-Durante ocho años lo intentaron, pero Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa eran agua y aceite. Al menos en el círculo del escritor describen a la famosa pareja como “dos personas de mundos muy distintos”, según reseña el periódico español El País.
Dos razones precipitaron aparentemente la ruptura: a la socialité filipina le gusta el mundo del espectáculo y al escritor peruano el de la cultura, además de que no tenían planes en común.
“Eran incompatibles. A él le interesa la cultura y a ella el espectáculo. Hay un abismo entre ambos”, dicen sus cercanos, de acuerdo a la publicación de El País.
Luego agregan: “Él ya parecía sentirse incómodo viendo su imagen convertida en un adorno, en un reclamo para fiestas, eventos y hasta para el documental de la hija de Isabel, Tamara Falcó”.
Amigos de uno y otra coinciden en que ambos intentaron adaptarse a sus respectivos mundos. Pero la cultura y el espectáculo son universos antagónicos, indica el periódico español.
El premio Nobel llegó a decir que se sometía a los posados, las exclusivas y los photocalls “por amor”.
“Si pudiera elegirlo no me gustaría aparecer en el ¡Hola!. Ahora aparezco en la revista por razones de tipo personal. Pero si usted tiene la receta para no aparecer, dígamelo”, pidió a un periodista en la rueda de prensa de presentación de su novela “Cinco esquinas”, en 2016, refiere El País.
Los indicios del desgaste llevaban tiempo asomando a la superficie. Ella no lo acompañó al último congreso literario sobre su obra, celebrado hace unos meses en la ciudad de Florencia, ni al reciente estreno de un montaje de “Los cuentos de la peste” en Catania, Sicilia. “Isabel prefirió irse a las islas Maldivas”, concluyen las fuentes citadas por El País.
Una pelea el pasado 29 de noviembre entre ellos podría haber sido el motivo que les llevó a tomar la decisión de romper de manera definitiva.
Estos últimos meses no habían sido sencillos -según señalan fuentes cercanas a la revista Hola- y la convivencia se había vuelto difícil debido a sus diferentes trabajos.
Tras una escena de celos infundados y sin dar explicaciones, Mario salió de la casa de Isabel para instalarse en su apartamento, en pleno centro de Madrid, asegura Hola. Quizá pensaba en regresar después de un tiempo, pero no fue así.
Aunque parecía que formaban una pareja indestructible y que su historia nunca terminaría, al igual que pasa a tantas parejas, el tiempo ha pasado factura, resalta Hola.
“La ilusión del principio fue desapareciendo poco a poco. También la paz que siempre reinó en la casa de Isabel, situada en el barrio de Puerta de Hierro, en Madrid, donde vivieron hasta mediados de diciembre”, describe Hola sobre el tema.
La reconciliación no parece ser posible en un futuro. Isabel Preysler podría haber cogido un avión para reunirse con sus hijos en Miami. Allí podría refugiarse en la casa de su hija Chabeli Iglesias, además de visitar a su hijo Enrique Iglesias.
Los tres hijos del autor de la novela “La fiesta del chivo” (Álvaro, Morgana y Gonzalo) están contentos con la noticia de la ruptura sentimental.
Según señalan fuentes cercanas a la familia Vargas Llosa a la revista española Semana, estos “consideran que han recuperado a su padre”. Creen que “por fin” podrán disfrutar de él sin tener que verle las caras a la filipina, a la que “no soportan”.
Tanta era la animadversión que sentían hacia la madre de Tamara Falcó que llevaban tiempo deseando que esto sucediera. “La querían lejos de su padre”.
A lo largo de su vida, Isabel Preysler se ha casado en tres ocasiones. La primera, con Julio Iglesias, cuando ya estaba embarazada. Después, llegó su matrimonio con Carlos Falcó, el marqués de Griñón; y, por último, su boda con el exministro Miguel Boyer, el único con el que sí estuvo casada hasta que la muerte los separó en 2014.
El miércoles la socialité sorprendió a España al revelar que ponía fin a ocho años de relación con Vargas Llosa, tiempo en el que acapararon las portadas de las revistas del corazón.
A lo largo de estos años ambos protagonizaron muchos momentos tanto en actos sociales como relacionados con la actividad del escritor.
En 2020, durante la celebración del décimo aniversario de su premio Nobel, contó que su nueva pareja había renovado en él su vocación de escritor, la mejor cosa que – dijo – le había pasado en la vida.
Según aclara también Preysler en Hola, el motivo de esta separación no han sido terceras personas, sino que ambos han perdido, “poco a poco, la ilusión del principio”.