Los investigadores sostienen que los campos de aplicación e implicación son muy amplios, entre ellos, los juegos, los deportes, la telemedicina y la robótica.
Ingenieros de la Universidad de Stanford, EE.UU., desarrollaron una nanomalla biocompatible que utiliza inteligencia artificial (IA) y que funciona como una piel en aerosol. El sistema sensorial de pulverización se conecta directamente con un módulo Bluetooth y se capacita a través del metaprendizaje para comprender rápidamente los gestos manuales.
En un futuro los usuarios de esta tecnología podrían escribir en teclados invisibles, identificar objetos solo con el tacto o comunicarse mediante gestos manuales con aplicaciones en entornos inmersivos de realidad virtual o el metaverso, publicaron este miércoles.
VIDEO: Muestran la primera chaqueta del mundo invisible a las cámaras infrarrojas
Características del dispositivo
El nuevo tipo de material extensible de poliuretano se rocía en el dorso de la mano, como un bronceador. Integrada en la malla, hay una pequeña red eléctrica de nanocables de plata recubiertos de oro que están en contacto entre sí para formar caminos eléctricos dinámicos que detectan cómo la piel se estira y se dobla. Esta malla es eléctricamente activa, biocompatible, respirable y permanece puesta a menos que se frote con agua y jabón. Se ajusta a las arrugas y pliegues de cada dedo.
Un módulo Bluetooth liviano conectado a la malla puede transferir, de forma inalámbrica, los cambios de señal. Utilizando IA puede interpretar innumerables tareas diarias a partir de los movimientos y los gestos de las manos. Los investigadores dicen que podría tener aplicaciones e implicaciones en campos tan amplios como los juegos, los deportes, la telemedicina y la robótica.
Snowden tras la caída de las acciones de Meta: “Zuckerberg será el dueño de tus globos oculares”
Los científicos eligieron un enfoque de rociado directamente sobre la piel para que la malla se sostenga sin un sustrato. Esta solución clave de ingeniería eliminó los artefactos de movimiento no deseados y les permitió usar un solo rastro de malla conductora para generar información de múltiples articulaciones de los dedos. El estudio fue publicado, este miércoles, en Nature Electronics.
Una innovación muy revolucionaria
La precisión con la que el dispositivo puede mapear los movimientos sutiles de los dedos es una de las principales características de esta innovación. “A medida que los dedos se doblan y tuercen, los nanocables de la malla se aprietan y se separan, cambiando la conductividad eléctrica de la malla. Estos cambios se pueden medir y analizar para establecer con precisión cómo se mueve una mano, un dedo o una articulación”, explicó Zhenan Bao, profesora de Ingeniería Química y autora principal del estudio.
Christian Peñaloza, el mexicano que triunfa en Japón interpretando las señales del cerebro
La pulverización del dispositivo abre la posibilidad de que este también pueda adaptarse a la cara para capturar señales emocionales sutiles. “Aportamos los aspectos del aprendizaje humano que se adaptan rápidamente a las tareas con un puñado de pruebas conocidas como ‘metaprendizaje’. Esto permite que el dispositivo reconozca rápidamente nuevas tareas manuales arbitrarias y usuarios con unos pocos ensayos rápidos“, dijo Kyun Kyu ‘Richard’ Kim, becario postdoctoral en el laboratorio de Bao y primer autor del estudio.
Los investigadores han construido un prototipo que reconoce objetos simples al tocarlos e incluso puede escribir con las dos manos de forma predictiva en un teclado invisible. El algoritmo pudo escribir “Ningún legado es tan rico como la honestidad” de William Shakespeare y “Soy el dueño de mi destino, soy el capitán de mi alma” del poema “Invictus” de William Ernest Henley.