La también investigadora especializada en Criminología y Seguridad sostiene que los periodistas que critican al Gobierno son víctimas de una campaña de linchamiento..
Luego del atentado contra el periodista Ciro Gómez Leyva, no pocos medios de comunicación achacaron responsabilidad al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), por supuestamente sembrar un ambiente de hostilidad contra la prensa.
El mandatario, acusaron, profiere desde el Palacio Nacional, casi todos los días, discursos de descalificación contra un sinfín de comunicadores. Lo mismo los califica de conservadores, que de haber sido cómplices de los Gobiernos del viejo régimen.
En entrevista con RT, Yuriria Rodríguez Castro, periodista e investigadora especializada en Criminología y Seguridad, asegura que el presidente actúa como si fuera la Santa Inquisición, acusando desde el púlpito quién es culpable o no de los problemas de México.
RT: ¿Cuál es tu balance del papel que juegan los grandes medios de comunicación en México? ¿Consideras que estamos frente a una prensa democrática tomando en cuenta que hay un alto nivel de concentración de mercado, especialmente en televisión abierta?
Y.R.C.: Pienso que no es democrática. El asunto de la concentración de los medios de comunicación en México data de mucho tiempo atrás.
Curiosamente, varios de los que criticaban esta situación, hoy simpatizan con el Gobierno actual: Jenaro Villamil, Fabrizio Mejía Madrid o Epigmenio Ibarra.
Se había prometido democratizar a los medios de comunicación durante este Gobierno y la situación no solo no cambia, sino que empeora. No hay una mayor apertura en materia de comunicación.
“La ‘mañanera’ es un instrumento propagandístico que no es abierto. Se trata de un ejercicio cerrado y, además, selectivo. Una cosa es dar la imagen de apertura y otra muy distinta es tenerla en los hechos”.
Se pensaba que con este Gobierno se iba a poder ser crítico sin miedo a la censura y ahora vemos que los periodistas incluso viven más amenazados. México sigue siendo uno de los países con más periodistas asesinados.
Por otro lado, recordemos que los dueños de empresas como Televisa o Tv Azteca apoyaron a López Obrador desde la campaña de 2018. Ellos mismos lo expresaron en su momento.
Fueron ellos quienes le ayudaron a reconstruir su imagen frente al electorado, para ganar la simpatía no solo de la población de menores ingresos, sino también de la clase media.
RT: ¿Las conferencias de prensa matutinas del presidente fomentan el libre ejercicio de la prensa en México? ¿Hay diferencias con respecto a Gobiernos anteriores en cuanto a la estrategia de comunicación?
Y.R.C.: El método que se utiliza cambia. Pero el objetivo es el mismo: hacer propaganda desde el Gobierno.
La ‘mañanera’ es un instrumento propagandístico que no es abierto. Se trata de un ejercicio cerrado y, además, selectivo. Una cosa es dar la imagen de apertura y otra muy distinta es tenerla en los hechos.
RT: Sin embargo, los medios corporativos también se han dedicado a hacer propaganda en contra del hoy presidente. Recordemos, por ejemplo, la campaña de 2006, cuando se acusaba a López Obrador de ser un “peligro” para México.
Y.R.C.: Claro, es cierto. Curiosamente, esos medios de comunicación que en 2006 lo atacaban, varios de ellos hoy están con él, lo apoyan.
Para ellos es un asunto de pragmatismo, es algo muy común entre los empresarios de cualquier ramo, y es válido. Los empresarios tienden a adherirse a las victorias políticas, cualesquiera que sean.
Luego de ser atacado en 2006, esa misma “guerra sucia” le sirvió como plataforma electoral en 2018, cuando López Obrador en buena medida echó mano de la victimización. A los mexicanos les funcionan muy bien este tipo de campañas.
RT: En la actualidad desde los medios de comunicación corporativos se difama. Se dice que el presidente pretende reelegirse en 2024, destruir al árbitro electoral, o que tiene una alianza con el Gobierno de Venezuela.
Y.R.C.: El tema de la reelección es interesante. El conflicto entre el Instituto Nacional Electoral (INE) y Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no surgió en los medios de comunicación.
El presidente lanza acusaciones contra el INE de forma muy directa. Nunca había escuchado a un presidente expresarse así del árbitro electoral.
Se pensaba como un órgano que era tan autónomo—el INE—, que de criticarlo (o atacarlo) corrías el riesgo de ejecutar un golpe contra ti mismo. Esta confrontación entre el presidente y el INE ha generado mucho ruido.
“Desde el púlpito, el presidente decide quién es culpable o no de los problemas de México”.
Es entonces cuando se empiezan a hacer una serie de suposiciones que, en algunos casos, sí, pueden ser exageradas, pero en otros no sabemos qué tan reales puedan llegar a ser.
No creo posible, en efecto, que el presidente López Obrador vaya a reelegirse, sin embargo, el Gobierno sí es capaz de intervenir en el proceso electoral con tal de favorecer a uno de los candidatos.
El presidente ha colocado al árbitro electoral en el ‘banquillo de los acusados’, igual que lo hace con varios periodistas. Los ataca como si fuera la Santa Inquisición: desde el púlpito, el presidente decide quién es culpable o no de los problemas de México.
RT: Cuando hay ataques contra periodistas generalmente se señala al Gobierno, sin embargo, hay también otros poderes involucrados. Entre los poderes fácticos destacan los empresarios más poderosos de México.
Y.R.C.: Coincido. Señalar al Estado como el autor de los atentados contra defensores de los derechos humanos, dirigentes políticos, líderes de opinión, etc., es solo una cara de la moneda.
Hay muchos actores en juego dentro de la política, sí, y los empresarios juegan un papel no poco relevante. Si un 85% del mercado de la televisión abierta está concentrado en dos empresas, imaginemos entonces dónde está la política: ellos la definen.
En el atentado contra Ciro Gómez Leyva el primero que salió a hablar fue Ricardo Salinas Pliego —dueño de Tv Azteca—, quien señaló como presunto responsable al jefe de plaza de Los Caballeros Templarios, Mario Alberto Romero Rodríguez, conocido como ‘El Tucán’.
Sin pruebas de por medio, Salinas Pliego lanzó la acusación, que luego fue desmentida. Pero nadie se atrevió a decirle algo, ni siquiera el presidente.
Mañana entonces Salinas Pliego puede salir a decir que el responsable de un delito es Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, sin pruebas, y sin ninguna consecuencia de sus dichos.
Los empresarios tienen una gran responsabilidad para que los periodistas puedan por lo menos desempeñar su trabajo con dignidad. Sin autocensura, sin censura al interior de los medios de comunicación.
Es a partir de ahí desde donde creo que se podría empezar a democratizar a los medios, dentro de las empresas. Y ya después impulsar a que se lleven a cabo reformas a la Constitución.
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Pero si las propias empresas de medios no impulsan los cambios, la verdad no creo que pueda haber un presidente que se atreva a dar el paso.
RT: Hace varios años, la periodista Anabel Hernández dijo que la sociedad mexicana no salía en defensa de sus periodistas porque, en muchos casos, los medios de comunicación se habían alejado de los ciudadanos, de los temas que realmente importan…
Y.R.C.: Creo que la sociedad mexicana en lo general es bastante desorganizada. Por eso hay tanta impunidad. La impunidad tiene que ver también con la falta de organización de la gente.
En otros países, pienso en varios de Europa, por ejemplo, pasa algo catastrófico y en breve hay grupos muy bien organizados exigiendo justicia. Aquí no.
En México solo hay organización en casos aislados: madres en busca de sus hijos desaparecidos, o un padre que exige justicia porque le mataron a uno de sus hijos (por ejemplo, Javier Sicilia).
Son todos casos aislados. Francamente, no veo organización. Desde mi punto de vista tenemos una prensa cada vez mejor preparada, que sí aborda los temas de interés público.
Eso sí, también es una prensa acotada; constreñida a seguir el ritmo de las tendencias en redes sociales; a dar “la nota” en lugar de apostar por hacer reportajes de profundidad, etc.
“En el caso de los medios de comunicación, la mayoría casi siempre está compitiendo, nunca se ven a sí mismos como un solo cuerpo, como una comunidad. Nos falta solidaridad y organización como gremio periodístico”.
No coincido con la visión de Anabel Hernández. ¿Cómo quieren los periodistas que la sociedad los defienda, cuando ni siquiera se defienden a sí mismos?
Por ejemplo, no ha habido un reclamo hacia los señalamientos del presidente López Obrador. Y no se trata solo de salir a la calle, una o dos ocasiones. Sino de convocar a una huelga, por ejemplo, o dejar de asistir a las conferencias de prensa matutinas.
Dicen que los mexicanos somos muy solidarios. No es cierto. Somos solidarios cuando vemos a alguien con un alto grado de vulnerabilidad, solo así le arrojamos algo de ayuda. Esto es un mecanismo de defensa llamado ‘filantropía’.
En México no sabemos apoyarnos, salvo cuando hay una desgracia. Pero cuando se trata de un asunto de respeto a los derechos humanos, de dignidad, no hay organización.
En el caso de los medios de comunicación, la mayoría casi siempre está compitiendo, nunca se ven a sí mismos como un solo cuerpo, como una comunidad. Nos falta solidaridad y organización como gremio periodístico.