Azua, RD.-El nido de pobreza en el que vivía Altagracia Ramírez Morón y su marido Miguel Lara, tocó sensiblemente el corazón del padre Rogelio y ya le está construyendo su nuevo hogar. 

El otro sueño que Altagracia desea se haga realidad, es conseguir una beca para realizarse como profesional en el magisterio. 

La familia ha recibido además ayudas económicas y alimenticias por parte de personas solidarias, como es el caso de una familia de Baní, la cual se trasladó a Azua a llevarle varios alimentos. 

La familia de Baní también entregó alimentos a varias personas necesitadas de Azua, como es el caso de María Isabel, una joven no vidente y con problemas de crecimiento.

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