El polémico proyecto prevé otorgar al Ejecutivo israelí una influencia decisiva en la selección de jueces, así como limitar el alcance de la Corte Suprema para derogar leyes o fallar en contra del Gobierno.
La ciudad israelí de Tel Aviv ha vuelto a ser este miércoles escenario de protestas contra la reforma al sistema judicial del país.
En los últimos días, Israel se ha sido sumido en manifestaciones masivas que expresan rechazo a esos pasos. Este lunes, el Gobierno decidió aplazar la aprobación de la medida hasta finales de julio.
El proyecto de reforma prevé otorgar al Ejecutivo israelí una influencia decisiva en la selección de jueces, así como limitar el alcance de la Corte Suprema para derogar leyes o fallar en contra del Gobierno. Los críticos consideran que esto debilitaría en gran medida la independencia del Poder Judicial, dado que la nación hebrea no tiene una Constitución escrita, sino solo una comisión del Parlamento, controlada por la coalición gubernamental, para dirimir estos asuntos.