Galo Juan Sastre destaca consulta pública en su elaboración.
Santo Domingo, RD.- El gran reto que se planteaba República Dominicana era desarrollar un mercado de valores moderno. “Antes, el concepto era que se hacía una sola vez y se creía que ya era suficiente, pero es un mercado que hay que actualizarlo de manera constante, porque los cambios tecnológicos, los cambios en las experiencias de los inversores y los mismos clientes aconsejan esa actualización”, asegura el consultor Galo Juan Sastre.
Explica que el reglamento de oferta pública del mercado de valores dominicano “no es un punto final”, sino una fase inicial que habrá que seguir. En el proceso de creación del reglamento, que duró más de un año, incluyó un proceso de maduración de las normas.
A septiembre de 2019, la colocación de emisiones diferenciadas en pesos aprobadas por la Superintendencia del Mercado de Valores de la República Dominicana (SIMV) totalizaba RD$199,234.5 millones.
Sastre resaltó que, aunque los demás países tengan reglamentos eficientes y hay algunos modelos que se pueden aplicar, no es bueno copiar todo lo que hacen, porque cada país tiene sus normas y características.
“Lo importante en este modelo era que estuviera acorde con las necesidades del mercado dominicano, aunque hay cosas que nos gustan de todos los países, pero no se podía acoger trozos a trozos, sino que había que crear una norma que sea homogénea, a partir de la realidad del mercado, la cultura y la tradición del mercado de capitales”, dijo.
Sastre destacó el proceso de consulta pública como un aspecto importante para la creación de los reglamentos, ya que la Superintendencia del Mercado de Valores trabajó por un largo tiempo en el proceso de elaboración y maduración de los mismos, en un proceso en que la consulta pública jugó un papel predominante.
Señaló que el reglamento de oferta pública es un modelo específico para el país, que se creó tomando en cuenta la tradición y los estándares internacionales, realizando un proceso de consulta pública muy transparente, además, ha incluido elementos muy mejorables en la calidad del reglamento.
“El proceso de consulta pública que se ha producido en República Dominicana es un hecho que ha marcado un antes y un después, donde casi el 80% de las consideraciones realizadas por los distintos participantes se tomó en cuenta para la elaboración del reglamento de oferta pública, por tanto ha sido un proceso muy maduro”, especificó.
En ese sentido, la superintendente del Mercado de Valores de Panamá, Marelissa Quintero, consideró como “muy importante” la consulta pública realizada por el órgano regulador para la creación de los reglamentos.
Quintero dijo que la consulta refleja que existe una buena interacción público-privada y ayuda a no crear una sobreregulación, la cual en vez de promover, impide el desarrollo deseado en la creación de nuevos títulos de oferta pública.
José Manuel Cuervo, presidente de la Asociación de Puestos de Bolsa de la República Dominicana (APB), afirmó que el proceso de creación del reglamento fue largo, debido a la interacción que debía existir con los principales participantes del mercado, lo cual extiende el proceso.
“Que el 80% de las observaciones hayan sido acogidas, deja ver el nivel de diálogo que hubo durante el proceso de los reglamentos. Ahora bien, este reglamento es un punto de partida, pero todavía hay muchas cosas que se deben de hacer para seguir desarrollando el mercado”, dijo. Resaltó que el mercado de renta variable se debe desarrollar.
Retos
Galo Juan Sastre, quien participó como consultor en la creación del reglamento, afirmó que para República Dominicana lo más importante es crear un mercado de acciones en el que las compañías más significativas puedan cotizar.
“Lo que le da la ventaja ahora, es crear un marco para que sea más moderno el mercado de capitales, donde el país tenga un marco regulatorio de acuerdo a los estándares internacionales”, señaló.
El presidente de APB explicó que el país aún tiene retos que trabajar para desarrollar el mercado de valores de renta variable. Definió como un desafío el hecho de que el país todavía no tiene una empresa listada directamente en la bolsa, lo cual define como “atípico” para los países que están en vía de desarrollo.
“Cuando las diferentes economías de la región estaban al nivel al que hoy estamos, la que menos empresas tenía listada en bolsa, tenía 18, y todavía nosotros estamos en cero”, deploró. “El reglamento de oferta pública viene a regular el mercado”, añadió.
Sostuvo que el miedo a revelar información es uno de los retos que actualmente enfrenta el mercado de valores dominicano. Además se necesita concienciar al empresariado sobre las ventajas de pertenecer a este tipo de mercado.
“Ahora los participantes están en un proceso de adecuación a esos nuevos reglamentos y también habrá un proceso de aprendizaje para los operadores del mercado, que hay que hacerlo en consonancia con los posibles emisores y los inversionistas, para poder salir a camino y que una oferta pública de acciones se logre en el país”, explicó.
Afirmó que se debe crear un marco legal que dé garantías al sector privado, además de fortalecer las instituciones y los mecanismos legales que den garantías.
El representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el país, Miguel Coronado, aseguró que uno de los retos que debe superar el mercado de valores es la creación de “un contexto de inversión dinámico, libre y atractivo”, para que los inversionistas destinen recursos y los canalicen a fines productivos.
“Por tanto, se debe accionar, desarrollar y madurar sus cuerpos reglamentarios. Cobra real importancia, la reglamentación sobre gestión de riesgos, sobre cambio de control, fusiones, supervisión, intervención, liquidación, entre otras variables relevantes”, resaltó.
“Si miramos la historia reciente del mercado de valores en República Dominicana, contrastaremos que en los últimos años se ha avanzado en la creación de un mercado más eficiente, inclusivo y transparente; fortaleciendo a su vez los instrumentos para la adopción de mejores prácticas en la supervisión de las transacciones realizadas con valores”, añadió.
Oportunidades
Cuervo explicó que dentro de las oportunidades que trae el reglamento, está el hecho de que los participantes pueden fijar el precio de la emisión que van a realizar, o sea, le permite salir en modo subasta, lo cual de cara al emisor, le da una ventaja en término de costos. Antes solo lo permitía a hacer con un precio único.
“Eso te garantiza de que al momento de salir una emisión, salga al mejor precio del mercado. Además, para los emisores recurrentes que puedan escoger la opción simplificada, la Superintendencia te va a responder sobre la aprobación en menos de 10 días, beneficiando así a los emisores porque antes no tenía ninguna fecha en específico”, dijo.
Afirmó que los inversionistas institucionales, que son los que más participación tienen en temas de volúmenes en ese mercado, no necesitarán calificación de riesgo, lo cual define como un paso menos en el proceso de emisión.
Sostuvo que antes, los participantes activos en la colocación de emisiones tenían que esperar el período de colocación, el cual era de 15 días y el inversionista la colocaba el primer día, no podía empezar el período en el mercado secundario hasta que se cumplieran los 15 días.
“El nuevo reglamento te permite que si se coloca antes de que se termine el período de colocación, se puede notificar a la Superintendencia del Mercado de Valores que se agotó ese tiempo y se puede comenzar en el mercado secundario, sin tener que esperar los 15 días”, especificó.