El tifón Tisoy golpeó Filipinas a inicio de semana con la fuerza de un huracán de categoría 4, y ahora atraviesa el país asiático dejando un rastro de destrucción.
El tifón Tisoy, el único ciclón que se registra actualmente en los trópicos, ha causado destrucción y muerte en Filipinas desde que alcanzó las costas de ese país el lunes con una potencia equivalente a la de un huracán de categoría 4.
Para el martes, según informa AP citando cifras oficiales, al menos cuatro personas habían perdido la vida y varias habían resultado heridas en el país asiático a causa de caídas de árboles y techos, entre otros percances ocasionados por el fenómeno natural.
Las autoridades filipinas, sin embargo, aseguraron que el número de víctimas habría sido más elevado de no ser por la pronta evacuación de cientos de miles de residentes de zonas por las que se proyectó el paso del tifón Tisoy, también conocido como Kammuri.
El ciclón sorprendió a los meteorólogos por haber pasado en menos de 24 horas del equivalente a un huracán de categoría 1 a uno de categoría 4, que según el Centro de Huracanes de EE.UU. equivale a un riesgo “catastrófico” de daños. Lo hizo justo antes de tocar tierra, lo que ha maximizado su amenaza al país.
Para este 4 de diciembre a las 08:00 GMT, el tifón se situada 275 kilómetros al noroeste de la ciudad de Calapán (Mindoro Oriental) tras haber atravesado Filipinas de este a oeste. Su fuerza disminuyó a la de una tormenta tropical con vientos máximos sostenidos de 100 kilómetros por hora.
Más de 1.100 personas en la región de Luzón Central han sido evacuadas como medida de precaución al tiempo que el ciclón abandona las costas filipinas. Para el martes en la tarde, 508 vuelos internacionales y nacionales habían sido cancelados en el aeropuerto internacional de Manila.