El que ama cuida. A esta conclusión llegó el famoso psicoanalista Erich Fromm en “El Arte de Amar”, al analizar la inolvidable conversación de Dios con Jonás. El profeta que se resistía a llevar un mensaje para que no perecieran cientos de miles de personas.
Las acciones de Jonás tal vez motivadas por sus prejuicios hacia los asirios, quienes eran sanguinarios y abusivos con los pueblos que invadían.
En el enojo de Jonás se lamenta y desea no estar vivo y Dios le reclama por qué se enoja por la planta de calabacera que le había dado sombra y que luego se secó. Y le dijo Jehová: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció.
De esa forma se refleja el concepto del amor de acuerdo a Fromm que implica trabajar por lo que amamos. Dar crecimiento es otra característica que Dios señala.
En la agricultura se manifiesta mucho la paciencia, el cuidado, la supervisión y el constante suplir de agua y nutrientes y la elinacion de malezas.
Si tomamos en cuenta estos conceptos seremos mejores padres, mejores esposos y mejores en cualquier trabajo o proyecto que realicemos.
El amor requiere cuidado, trabajo, y un crecimiento que evita el desgaste, la apatía y la falta de pasión. Quien ama vive motivado y lleno de energías, para ser útil a si mismo y a los demás.