La actividad del sector manufacturero de China mantuvo el ritmo de crecimiento en diciembre, según refleja el índice de gestores de compras (PMI) elaborado por la consultora Caixin, que se situó en 51.5 puntos, frente a los 51.8 del mes anterior.
Una lectura del índice PMI superior a 50 puntos indica un incremento de la actividad, mientras que un resultado inferior a este umbral supone contracción.
La tasa de crecimiento de los nuevos pedidos, no obstante, “fue modesta” y se situó en su nivel más bajo de los tres últimos meses, lo que sugiere una mejora de la demanda doméstica e internacional, pero un repunte aún leve de las exportaciones.
“La demanda interna aumentó, pero menos rápidamente que en los dos meses anteriores”, declaró Zhengsheng Zhong, director de Análisis Macroeconómico de CEBM Group, destacando la mejoría en la confianza empresarial.
Con anterioridad, la Oficina Nacional de Estadística de China informó de que el PMI oficial del sector manufacturero se mantuvo constante en diciembre en 50.2 puntos, mientras que el dato del sector servicios se moderó hasta los 53.5 puntos desde los 54.4 de noviembre.
“El PMI manufacturero terminó 2019 por encima de donde comenzó el año, pero dudamos que esto signifique que lo peor ya ha pasado para la economía de China”, apunta Julian Evans-Pritchard, economista senior de Capital Economics para China, para quien los riesgos a la baja para la demanda doméstica, especialmente en el sector inmobiliario, “todavía nublan las perspectivas”.