Activistas denuncian que la ley vulneraría los derechos de las mujeres en materia de herencia, divorcio y custodia de los hijos, y se aplicaría de forma diferente en las familias chiitas y suníes.

Un nuevo proyecto de enmienda de la Ley de Estatuto Personal iraquí ha suscitado el temor de que vulnere gravemente los derechos de las mujeres y legalice la pedofilia, al tiempo que traza una línea divisoria entre las leyes para familias chiitas y suníes, informan medios regionales.

Activistas de derechos humanos afirman que la medida conducirá a la legalización del matrimonio infantil, en contradicción con la Ley de Estatuto Personal vigente desde 1959, que exige que ambos miembros de una pareja sean mayores de 18 años para contraer matrimonio. “La ley legaliza la pedofilia“, afirmó Heba al Naib, periodista iraquí y miembro de varias asociaciones de mujeres.

Al Naib indica que aunque existe una prohibición, algunas personas contraen matrimonios ilegales con niños de 8 o 9 años, y ahora podría ser legal. Según estimaciones no oficiales, en Irak hay más de medio millón de matrimonios con menores de 15 años, señaló Nawar Assem, fundadora de Dream Women’s Organisation. “La mayoría de estos matrimonios acaban en delincuencia, divorcio, una vida infeliz o la muerte porque la niña se queda embarazada antes de ser capaz de tener hijos y criarlos”, subrayó Assem.

Derechos de las mujeres

Además, la enmienda podría violar muchos derechos de las mujeres. El proyecto presentado al Parlamento del país contempla que una mujer en un matrimonio chií no podrá heredar los bienes de su marido, mientras que una mujer en un matrimonio suní podrá hacerlo.

La ley estipula que para las mujeres de familias chiitas se anulará el principio actual, que establece que una mujer divorciada conserva la custodia de sus hijos hasta que alcancen la pubertad. Así, se propone que los hombres chiitas reciban automáticamente la custodia de sus hijos al divorciarse, a menos que decidan dársela a su esposa.

Si se modifica la ley, la mujer que quiera divorciarse de un hombre chií también tendrá que pagarle cierta cantidad de dinero. Mientras tanto, para las familias suníes seguirá aplicándose la legislación actual, según la cual una mujer puede solicitar la separación y obtener el divorcio si aporta la justificación suficiente. “La mujer chií es la que más tiene que perder con esta ley si se aprueba“, señaló Al Naib.

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