Jacques Ramírez, antropólogo, investigador y docente sobre movilidad humana, considera que “este año será el de mayor salida”.

Entre enero y julio de 2024, cerca de 100.000 ecuatorianos han abandonado su país en busca de mejores oportunidades en el exterior.

“Para ser más exactos, el saldo migratorio cerró en 99.753″, detalló, en entrevista con Radio Pichincha, Jacques Ramírez, antropólogo, investigador y docente sobre movilidad humana.

Ese número supera ampliamente, según el especialista, a los 78.000 registrados en el mismo período de 2023 y los 60.000 casos del 2022. Las cifras que ha difundido Ramírez tienen como fuente al Ministerio del Interior de Ecuador.

“Sin lugar a duda, este año será el de mayor salida migratoria de esta nueva ola migratoria”, enfatizó Ramírez en la reciente entrevista.

El investigador señala que el tema “no ha adquirido la visibilidad” como la que tuvo hace más de 20 años cuando se registró la anterior ola migratoria.

“Nosotros estamos viviendo una ola migratoria, una estampida migratoria (…) y esto requiere de una visibilidad, de una discusión a nivel social, a nivel de política pública gubernamental para hacer frente a esta dura, cruda realidad que viven cientos de miles de ecuatorianos“, manifestó.

Ramírez lanzó una cifra más alarmante: “Desde que inicia la estampida migratoria en 2021, después de la pandemia (…) hasta la fecha tenemos alrededor de 415.000 ecuatorianos que salieron y no volvieron”.

Los números de EE.UU. y Panamá

A diferencia de la ola migratoria que tuvo Ecuador hace más de 20 años, que tenía como destino principalmente a España e Italia, en Europa, la “estampida” actual de migrantes busca llegar a EE.UU.

Este recorrido lo hacen principalmente por tierra, a través de la selva del Darién, el peligroso paso que une a Colombia con Panamá.

El pasado 11 de julio, Migración Panamá informó que desde enero de este año y hasta esa fecha habían cruzado el ‘tapón’ del Darién 208.308 personas, pero no precisó las cantidades y nacionalidades de esa cifra.

Previamente, el 20 de junio, había contabilizado el ingreso, a través de la selva, de 186.969 migrantes. En esa oportunidad, detalló que la mayoría eran venezolanos, y en segundo lugar ecuatorianos (12.839).

Estas cifras contrastan ampliamente con las publicadas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP, por sus siglas en inglés). De acuerdo con datos de esta entidad, en el año fiscal 2024, que comenzó en octubre de 2023, y hasta junio pasado, han sido detenidos 112.848 ecuatorianos cuando trataban de ingresar a ese país, 111.459 de ellos a través de la frontera con México.

Excluyendo los últimos tres meses del año pasado, desde enero hasta junio de 2024, fueron detenidos 69.668 ecuatorianos en las fronteras estadounidenses, 68.586 en el límite mexicano.

En el año fiscal 2021, las detenciones de ecuatorianos en las fronteras de EE.UU. fue de 97.074, de los cuales 96.150 fue en la línea con México; en 2022, la cifra fue de 24.936 (24.060 en la frontera sur); y en 2023 el número escaló a 117.487 (116.229 en el límite mexicano).

¿Quiénes se van?

Ramírez también habló sobre el perfil de los nuevos migrantes. Indicó que uno de los cambios que se ha originado es en lo que en su momento se denominó como la “feminización de las migraciones”.

Al respecto, explicó que en la anterior ola migratoria “las mujeres eran la pioneras en estas redes y cadenas migratorias” y ahora lo que se ve son “grupos familiares enteros”.

“Están cerrando toda la casa y se van todos”, enfatiza el especialista al respecto.

Asimismo, detalla que históricamente, la gente que ha migrado en Ecuador “recae en esta categoría de ‘no pobre'”, porque para migrar, por canales regulares o irregulares, se necesitaban fondos.

“Ahora lo que vemos es que sí están migrando los pobres, por eso el cambio de ruta” a través del Darién hacia EE.UU.

Repercusión del conflicto

Ramírez comenta que la declaratoria de “conflicto armado interno” hecha por el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, en enero pasado, repercutió en las salidas de los ecuatorianos de su país.

“Vimos como, a raíz de esa declaración, se disparan las salidas migratorias durante dos o tres meses, en febrero, marzo, sobre todo, se disparan los saldos migratorios como nunca antes habíamos visto”, expresó.

Asimismo, comentó que entre las posibles causas de la migración está la proliferación de las denominadas “vacunas”, que son cobros extorsivos que hacen delincuentes a cambio de brindar seguridad o dejar en paz a ciertas personas.

“No están vacunando ya a los grandes empresarios, a los camaroneros, bananeros, empresarios medios altos, sino (que) empiezan a vacunar a todos (…) al de la tienda, y son esas personas, ese perfil de personas de estratos bajos los que están migrando principalmente por el Darién”, detalló Ramírez.

A ello se suman la falta de garantías sociales, debido a que la mayoría de familias que migran lo hacen porque no tienen acceso al empleo, a la salud, educación y vivienda, que es efecto del desmantelamiento del Estado desde el 2017 y 2018.

Ese desmantelamiento del Estado, en el área social, más la profundización de la violencia, hacen que las personas se sientan en una desprotección social total, que les obliga a migrar”, mencionó el investigador.

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