La intensidad del ataque rompió el cuchillo de cocina de 20 centímetros y dejó la punta de la hoja incrustada en el cráneo del menor.
El Tribunal de Distrito de Tel Aviv recibió este domingo una acusación formal contra una mujer por el asesinato de su hijo de seis años en la ciudad israelí de Herzliya. También se han presentado cargos relacionados con agresión agravada, asesinato de un animal y obstrucción de la justicia.
El crimen ocurrió el pasado 16 de julio, cuando Sigal Yana Itzkovich, de 33 años, atacó primero a su perro y luego apuñaló una docena de veces a su hijo Liam, que estaba en la bañera, hasta provocarle la muerte. La intensidad del ataque rompió el cuchillo de cocina de 20 centímetros y dejó la punta de la hoja incrustada en el cráneo del menor, según los documentos judiciales.
Luego, Itzkovich escuchó los aullidos del perro herido y regresó a matarlo con un cuchillo y un hacha de dos cabezas, temiendo que llamara la atención de los vecinos. En total, la mujer apuñaló al perro más de 40 veces, con 20 cortes y puñaladas en la cabeza y la cara y más de 24 puñaladas en la zona del pecho, dice el texto.
La acusada luego lavó el cuchillo, “con la intención de impedir u obstruir procedimientos judiciales“, se cambió de ropa y se dirigió hacia el centro comercial Seven Stars de Herzliya, todavía cubierta de sangre y portando un hacha. En el camino, atacó a un transeúnte y clavó su hacha en el capó de un coche. Al llegar al centro comercial, atacó a un guardia que intentó desarmarla.
Después de su arresto, Itzkovits se quitó la ropa, y durante varios minutos, hizo movimientos obscenos frente a los transeúntes, completamente desnuda.
“Invadieron nuestra casa y nuestros cuerpos”
Los fiscales han descrito el asesinato del menor como “despiadado y cruel” y han solicitado que la mujer permanezca detenida durante el proceso judicial, destacando la gravedad del delito.
Durante el interrogatorio, el miércoles, la acusada alegó que los extraterrestres la secuestraron a ella y a su familia, y que sus acciones eran parte de una prueba para demostrar si podrían ser empleados del Mossad en el futuro, recogen medios locales.
“Invadieron nuestra casa y nuestros cuerpos, controlando nuestras acciones. La sangre de mi hijo no fue derramada en vano. Los extraterrestres están entre nosotros, caminando por la Tierra disfrazados de humanos”, expresó.