El primer lote de 10.000 vacunas contra el virus mpox, anteriormente conocido como viruela del mono, finalmente llegará la próxima semana a África, en donde un brote de una nueva cepa del agente infeccioso ha provocado una emergencia sanitaria decretada por la Organización Mundial de Salud (OMS) el pasado 14 de agosto y por las autoridades africanas
Sin embargo, la lenta llegada del fármaco, que está actualmente disponible en 70 países fuera del continente africano, ha puesto en escrutinio la burocracia de la OMS. Media docena de funcionarios de salud pública y científicos, citados por Reuters, señalaron que la situación demuestra que las lecciones aprendidas de la pandemia del covid-19 sobre las desigualdades mundiales en la atención médica han tardado en producir cambios.
Vacunas inaccesibles
En 2022, después de que una cepa diferente de mpox se propagara fuera de África, las vacunas contra la viruela fueron utilizadas en cuestión de semanas en multitud de países alrededor del mundo a través de la compra directa. Pero en el continente africano, en donde las naciones de ingresos bajos no pueden adquirirla y dependen de la distribución de agencias sanitarias, no ha estado disponible fuera de ensayos clínicos.
Para dar una idea, el precio de la vacuna de la firma danesa Bavarian Nordic, una de las únicas disponibles junto a la japonesa KM Biologics, es de 100 dólares cada una, un costo que varios Estados subsaharianos no pueden permitirse.
Una burocracia lenta
De acuerdo con Reuters, una de las razones claves detrás de la falta de vacunas, es que las dosis necesitaban la luz verde de la OMS antes de que pudieran ser compradas por grupos de atención sanitaria pública. Recién este mes la agencia de la ONU pidió a los fabricantes de vacunas que presentaran la información necesaria para que los productos recibieran una licencia de emergencia e instó a varios Estados a donar dosis hasta que el proceso finalice en septiembre.
La agencia con sede en Ginebra informó este viernes que no tenía datos suficientes de la última emergencia de la viruela del mono en 2022 para iniciar un proceso de aprobación de la vacuna. Helen Rees, miembro del comité de emergencia mpox de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África (CDC, por sus siglas en inglés), afirmó que era “realmente indignante” que, después de que el continente tuviera dificultades para acceder a las vacunas durante la pandemia del covid, la región una vez más se haya quedado atrás.
Ante tal panorama, los países africanos y los CDC se han visto obligados a solicitar donaciones de vacunas a los países ricos. Las primeras 10.000 dosis que llegarán próximamente, de los 10 millones que se necesitan según los CDC, provienen de donativos realizados por EE.UU.
Destinos polémicos
Sin embargo, el destino de los fármacos dentro del continente africano también está en escrutinio. La República Democrática del Congo, país desde dónde se expandió el reciente brote, es el lugar más afectado por la enfermedad, con más de 27.000 casos sospechosos y 1.100 muertes desde 2023. No obstante, las donaciones no están destinadas al Congo, sino a Nigeria, país en el que este año se registraron 786 casos sospechosos y ninguna muerte.
El Gobierno de Kinsasa, que tardó meses en hablar con los Estados donantes, espera recibir fármacos donados la próxima semana. Sin embargo, tres fuentes familiarizadas con la cuestión dijeron a Reuters que no está claro si ello sucederá. La agencia europea de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias indicó al medio que sus 215.000 dosis no llegarán antes de septiembre como muy pronto.
El reciente brote es una cepa mutante del virus que mata hasta al 10 % de los infectados, tiene “potencial pandémico” y podría extenderse a nivel nacional e internacional. Al parecer, la nueva variante del virus de mpox, denominada clado 1b, es tan letal como su predecesora, pero ha evolucionado, de manera que puede evadir mejor las pruebas de detección.