El partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alemán) ha obtenido la mayoría en las elecciones parlamentarias en el estado de Turingia, con un 32,8 %, según datos oficiales.
El resultado le asegura 32 de 88 escaños en el legislativo local, informan medios alemanes.
La Unión Demócrata Cristiana (CDU) ocupa el segundo lugar con un 23,6 %. Les sigue la izquierdista Alianza Sahra Wagenknecht – Por la Razón y la Justicia (BSW), al asegurarse el 15,8 % de los votos.
Los resultados en Turingia representan una pérdida para la coalición gobernante, con el Partido Socialdemócrata (SPD) de Scholz ganando solo el 6,1 %, mientras que sus dos aliados —los Verdes y el Partido Democrático Libre (SDP)— quedaron por debajo del umbral del 5 % de representación, con el 3,2 % y el 1,1 %, respectivamente.
Los resultados marcan un nuevo hito político en el país europeo, donde extrema derecha gana una elección estatal por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial.
“Es un éxito histórico para nosotros”, afirmó a ARD Alice Weidel, colíder nacional de AfD, describiendo los resultados como un “réquiem” para la coalición de Olaf Scholz.
Sajonia
Mientras, en el estado de Sajonia, AfD llegó segundo, al obtener el 30,6 %, cediendo el primer lugar a CDU, con el 31,9 %.
De esta manera, CDU se asegura 42 de 120 escaños en el Parlamento regional, mientras que AfD se queda con 40. Por su parte, BSW obtuvo el tercer lugar y 15 escaños, con el 11,8 % de los votos.
Al conocerse los resultados, simpatizantes de partidos de izquierda salieron a las calles de Dresde, capital de Sajonia, con bengalas y eslóganes antifascistas. Acciones semejantes tuvieron lugar en las ciudades de Leipzig y Érfurt.
Otros partidos ya han expresado su negativa de entrar en una coalición con AfD. No obstante, la fuerza acumulada por ese movimiento, que ha incrementado su apoyo en casi el 10 % desde las elecciones anteriores, va a complicar la formación de un gobierno para otros, que tendrían que considerar alianzas a las que no están acostumbrados
Dichos resultados reflejan una creciente división en el panorama político europeo y el ascenso de partidos que están en contra del ‘establishment’. Esto ocurre en un contexto donde los gobiernos se esfuerzan por lidiar con desafíos significativos, como el conflicto ucraniano y la inflación.