Este acontecimiento, relacionado con el cometa Halley, coincide con el paso del cometa Tsuchinshan-ATLAS en el hemisferio norte. Pero una Luna casi llena podría interferir en algunas vistas.

Puede que nuestro universo esté repleto de maravillas cósmicas, pero solo se pueden observar una pequeña parte de los fenómenos astronómicos a simple vista. Las lluvias de meteoros, fuegos artificiales naturales que surcan el cielo nocturno, son uno de ellos.

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La más reciente lluvia de meteoros observable será la de las Oriónidas, que están activas desde el 2 de octubre y se prevé que continúen hasta el 7 de noviembre. Alcanzan su máximo punto del 20 al 21 de octubre, es decir, del domingo por la noche al lunes por la mañana.

Para tener una idea de cuándo observarlas, puedes utilizar un medidor que se basa en datos de la Red Global de Meteoros, el cual mostrará cuándo aumenten los niveles de actividad de los bólidos en tiempo real en los próximos días.

Las Oriónidas son muy apreciadas por los aficionados a las lluvias de meteoros debido a las brillantes y veloces estelas que forman cerca del grupo de estrellas conocido como Cinturón de Orión. Al igual que la lluvia de meteoros de las Eta Acuáridas, que alcanzó su máximo a principios de mayo, las Oriónidas se producen cuando la Tierra atraviesa los restos del cometa Halley.

Esta lluvia puede verse desde ambos hemisferios. Pero este año los espectadores podrían tener problemas para ver algunas de las estelas más débiles porque la Luna estará llena en más de un 80 por ciento.

Los fuegos artificiales celestes aumentarán la emoción cósmica del mes. El cometa Tsuchinshan-ATLAS ha migrado al hemisferio norte en los últimos días y ha sorprendido a los observadores con su larga y tenue cola. Se espera que sea visible en los cielos occidentales en la hora posterior a la puesta del Sol hasta finales de octubre.

Existe la posibilidad de que veas un meteoro cualquier noche, pero lo más probable es que lo veas durante una lluvia. Las lluvias de meteoros se producen cuando la Tierra atraviesa los escombros que arrastra un cometa o asteroide al girar alrededor del sol. Estos restos, que pueden ser tan pequeños como un grano de arena, dejan tras de sí una brillante estela de luz al quemarse en la atmósfera terrestre.

Las lluvias de meteoros se producen aproximadamente en la misma época cada año y pueden durar días o semanas. Pero solo hay un pequeño margen de tiempo en el que cada lluvia está en su punto máximo, lo que ocurre cuando la Tierra alcanza la parte más densa de los escombros cósmicos. El pico es el mejor momento para buscar observar una lluvia. Desde nuestro punto de vista en la Tierra, los meteoros parecerán proceder del mismo punto del cielo.

La lluvia de meteoros de las Perseidas, por ejemplo, alcanza su máximo a mediados de agosto desde la constelación de Perseo. Las Gemínidas, que se producen cada diciembre, irradian desde la constelación de Géminis.

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Michelle Nichols, directora de observación pública del Planetario Adler de Chicago, recomienda dejar a un lado el uso de telescopios o binoculares mientras se observa una lluvia de meteoros.

“Solo necesitas tus ojos e, idealmente, un cielo oscuro”, dijo.

Esto se debe a que los meteoros pueden pasar a través de grandes franjas del cielo, por lo que el equipo de observación puede limitar tu campo de visión.

Algunas lluvias son lo bastante fuertes como para producir hasta 100 estelas por hora, según la Sociedad Estadounidense de Meteoros, aunque es probable que no veas tantas.

“Casi todo el mundo está bajo un cielo contaminado por la luz”, dijo Nichols. “Puedes pensar que estás bajo un cielo oscuro, pero en realidad, incluso en una ciudad pequeña, puedes tener luces brillantes cerca”.

Los planetarios, los clubes locales de astronomía o incluso mapas como éste pueden ayudarte a averiguar dónde alejarte de la luz excesiva. Las mejores condiciones para captar una lluvia de meteoros son un cielo despejado, sin luna ni nubes, en algún momento entre la medianoche y el amanecer. (La luz de la Luna afecta la visibilidad del mismo modo que la contaminación lumínica, ya que borra las fuentes de luz más débiles del cielo). Asegúrate de dar a tus ojos al menos 30 minutos para que se adapten a ver en la oscuridad.

Nichols también recomienda llevar varias capas de ropa, incluso en verano. “Vas a estar sentado allí un buen rato, observando”, dijo. “Va a hacer frío, incluso en agosto”.

Llévate una taza de chocolate o té para entrar aún más en calor. Luego túmbate, observa el cielo y disfruta del espectáculo.

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