Santo Domingo, RD.- “Esto está fuera de control. Yo estoy mala ya, ese humo entra a todas partes”, narra desesperada la joven Yennifer Medrano Capellán, una de los miles de capitaleños afectados por el incendio que consume, desde el martes 28 de abril, al vertedero de Duquesa, ubicado en el municipio Santo Domingo Norte.
Esta situación, cuyas causas aún no han sido esclarecidas, no es nueva. Desde 2011 se han registrado al menos seis incendios similares, todos afectando la salud de los lugareños que, en estos días, se podría agravar por la pandemia del covid-19.
El penúltimo ocurrió en abril de 2018. Sin embargo, el actual es el más grande, ya que del millón de metros cuadrados que tiene aproximadamente Duquesa, cerca de unos 150,000 metros cuadrados se está quemando.
Este vertedero, el más grande de República Dominicana que acoge desechos del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, recibe en torno a las 4,000 toneladas diarias.
La mitad corresponde al Distrito Nacional, con 49.6% del total recibido en 2016, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
Sin embargo, este depósito de desechos sólidos en vez de generar “dolor de cabeza” a la población y suponer un “alto costo” para el Estado, podría convertirse en una fuente de riqueza, más empleos y divisas, apuntan especialistas.
Para Jorge Rizek, propietario de la empresa Rizek Vidal Recyclers, Duquesa genera actualmente entre cuatro y cinco millones de dólares al año, pero asegura que podría producir hasta US$18 millones, si se aplicara un plan de manejo de desechos sólidos.
En tanto, el ambientalista y geólogo Osiris De León sugiere buscar un nuevo lugar al Norte de Duquesa, donde se pueda tener una estación de transferencia, reciclaje y un relleno sanitario para recibir entre el 10% y el 15% de lo que no sea aprovechado.
“Desde hace más de dos décadas hemos planteado que ese lugar (Duquesa) fue un lugar provisional que ya cumplió su ciclo. Ese lugar no puede estar al lado de un aeropuerto internacional ni al lado de una comunidad, ni contaminando las aguas del Río Isabela y subterráneas”, condenó De León, al sugerir la clausura del “botadero de basura”, porque a su juicio “es un desastre que no puede continuar (operando)”.
Mientras para Luis Carvajal, de la Academia de Ciencias y la Comisión Ambiental de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), la situación del Duquesa no es más que el reflejo de la forma inadecuada en que este vertedero ha operado por años, constituyéndose en el principal problema ambiental de la capital.
“La corrupción, contratos incumplidos, clientelismo y politiquería han impedido encontrar una solución (eficiente)”, enfatizó.
Conforme al boletín “Residuos sólidos urbanos en República Dominicana”, del Observatorio de Políticas Sociales y Desarrollo, se estima que convertir el vertedero de Duquesa en relleno sanitario, supone una inversión superior a los RD$4,000 millones.
Agrega que la Mancomunidad del Gran Santo Domingo carece de los recursos para asumir un proyecto de esa magnitud, por lo cual, enfatiza el estudio, se ha instado al Gobierno Central o el sector privado a hacer la inversión requerida para que este pueda operar como un vertedero relleno sanitario.
En ese sentido, De León indicó que a la Mancomunidad le ha faltado “humildad” para reconocer frente al Gobierno Central que no tiene capacidad logística, operativa, administrativa y económica para manejar más de 3,500 toneladas métricas de basura cada día, bajo un concepto ambientalmente sostenible.
Dijo que el primer paso para buscar una solución “real” es que los partidos políticos se despojen de las fricciones políticas, dejen señalar culpables y que se enfoquen en llegar a acuerdos de cooperación, en una solución estructural. “Entendamos que el problema de Duquesa es de todos (políticos, empresariado y ciudadano)”.
El boletín de la dependencia del Gabinete de Políticas Sociales de la Vicepresidencia de la República destaca que una conversión del vertedero prevendría los problemas que causa la generación de lixiviados, “así como de los gases producidos por efecto de la descomposición de la materia orgánica, a la vez que comprende costos de operación y mantenimiento más bajos que otros métodos de disposición final de residuos”.
Actualmente, según datos presentados en el lanzamiento de la plataforma Nuvi, en el país se generan cada día 16,000 toneladas de residuos sólidos y solo el 5% se reciclan, yendo el resto a parar al mar, ríos, cañadas, calles y vertederos.
Cierre de Duquesa aumentaría valor a las tierras vecinas
En el país existe un proyecto de ley sobre manejo de residuos sólidos a la espera de aprobación del Congreso. El mismo incluye la clausura o conversión de vertederos activos o abandonados en rellenos sanitarios.
Al respecto, De León asegura que la clausura definitiva de Duquesa, además, supone un aumento en el valor de las tierras vecinas al vertedero, que hoy, afirma, no son atractivas para el urbanismo, ya que nadie quiere pagar dos o tres millones de pesos por un apartamento ubicado al lado de este.
“La inversión en cerrar, sanear y sellar ese vertedero, multiplicaría el valor de las tierras vecinas que son urbanizables. Esa inversión sería insignificante comparada con los millones de beneficios económicos, ambientales y sociales de cerrarle y trasladarle más al norte”, subrayó.
Añadió que “pudiéramos convertirnos en una industria, donde los ‘buzos’ (recolectores de basura) pasarían a ser empleados formales, con buen salario”.
Este vertedero ha recibido importantes inversiones para cerrarlo, cambiarlo o convertido en una fuente de generación de recursos, entre las que figuran una del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que, en 2018, entregó al país US$1 millón para iniciar el cierre de Duquesa.