Santo Domingo, RD.- La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) pidió este martes implementar “inmediatamente” un ingreso básico para las 215 millones de personas que estarán este año en situación de pobreza por los efectos de la pandemia y que suponen el 34.7% de la población regional.
“Que los Gobiernos garanticen transferencias monetarias temporales inmediatas para satisfacer necesidades básicas y sostener el consumo de los hogares será crucial para lograr una reactivación sólida y relativamente rápida”, dijo la secretaria general del organismo, Alicia Bárcena.
El denominado ingreso básico de emergencia (IBE) debe tener una duración de al menos seis meses y ser equivalente a una línea de pobreza, que es el costo per cápita de adquirir una canasta básica de alimentos y otras necesidades básicas y que se estableció en 2010 en 143 dólares mensuales, según el último estudio de la Cepal.
El IBE implicaría un gasto adicional del 2.8% del producto interior bruto (PIB) regional, aunque si se considera que hasta la fecha los países están gastando el 0.7% en transferencias monetarias y de alimentos para hacer frente a la emergencia, el gasto adicional sería solo del 2.1%, de acuerdo al texto.
“Para el mediano y largo plazo, lo ideal es lograr un ingreso básico universal que garantice a la población el derecho a salir de la subsistencia”, indicó Bárcena desde la sede de la institución en Santiago de Chile.
Un total de 29 países de la región han aplicado hasta la fecha 126 medidas de protección social para la población pobre y vulnerable, con transferencias monetarias y de alimentos para 90.5 millones de hogares, que “son importantes pero insuficientes”, apuntó la secretaria.
LA PEOR RECESIÓN DE LA HISTORIA DE LATINOAMÉRICA
La pandemia del coronavirus provocará la peor recesión en la historia de Latinoamérica, que se contraerá un 5.3% este año y tendrá 11.6 millones de nuevos desempleados, de acuerdo al organismo de la ONU.
La Cepal estima que la tasa de pobreza aumentará del 30.3% al 34.7%, lo que significa una subida de 28.7 millones de personas este año, y la de pobreza extrema del 11% al 13.5% (16 millones de personas).
Argentina, México, Brasil y Nicaragua serán los que registrarán mayores aumentos de pobreza y se estima un aumento de la desigualdad en todos los países de entre el 0.5% y el 6% en el índice de Gini.
“La pandemia ha hecho visibles problemas estructurales del modelo económico y las carencias de los sistemas de protección social. Construir un Estado de bienestar es clave para evitar otra década perdida”, agregó Bárcena.
La región, con 626 millones de personas y considerada la más desigual del mundo, enfrenta la pandemia en un momento de debilidad de su economía y de vulnerabilidad macroeconómica, encadenando siete años de escaso crecimiento y con una expansión del PIB que apenas alcanzó el 0.1% el año pasado.
Antes del COVID-19, que ya afecta a más de 4 millones de personas en el mundo y ha provocado más de 287,000 muertes, la Cepal preveía que la región crecería un máximo de 1.3% este año.