Santo Domingo, RD.- Hay una sobrecarga de energías negativas, es decir, muchísimo pesimismo en el panorama económico global. Las predicciones son todo lo contrario a lo que hubiéramos deseado. La economía mundial se contraerá en al menos un -3% en este año como consecuencia de la cuasi parálisis provocada por la pandemia del covid-19. Ojalá no se tan grave, aunque tantos pronósticos dirigidos hacia una sola dirección no pueden estar equivocados.
Todos los organismos internacionales que manejan y elaboran los supuestos macroeconómicos forman parte de un coro al unísono: habrá una caída del producto interno bruto (PIB) global. Nadie piensa lo contrario. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), una entidad regional de Naciones Unidos con sede en Chile; el Banco Mundial (BM), el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), el Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Federación Latinoamericana de Bancos Comerciales (Felaban) prevén números rojos para la región durante este 2020. Y si es así, por lo que se avecina, entonces es pertinente saber que 2021 tampoco será como se pensaba.
El IIF revisó a la baja sus proyecciones de crecimiento económico mundial por el auge del coronavirus y la caída de los precios del petróleo. En cuanto al crecimiento económico global, estima que ahora bajará 1.5% en 2020, impulsado principalmente por un decrecimiento de 2.8% de Estados Unidos y de 4.7% de la zona Euro. Para América Latina, según un reporte que da Felaban, que también prevé un -4%, el crecimiento será negativo y rondará en torno al -5%.
El BID también prevé una caída de -3.9% para este año, lo mismo que el BM, el cual tiene una peor proyección al ubicar una contracción de -4.2%.
Según un documento elaborado por Felaban que analiza las acciones de política económica tomadas a marzo de este año por las principales economías de la región, la crisis originada por el covid-19 y su pandemia serán recordados en la historia como un hecho de suma importancia para la economía.
“Las retracciones económicas en un mundo interconectado generan unos registros sin precedente alguno, que hacen cambiar el análisis y las predicciones tradicionales”, afirma Felaban en el documento que trata la respuesta de política monetaria y financiera, ante la crisis actual. Destaca que el tiempo y las múltiples decisiones y medidas hacen que este sea solo una puerta de entrada al universo de acciones que se han tomado en los países.
Refiere que el FMI, que proyecta una caída de -5.2% en la región, similar a lo que prevé la Cepal, espera que esta sea la peor recesión mundial desde la ocurrencia de la Gran Depresión de 1929 y que superará con creces la reciente “gran recesión” 2008-2009.
Para la consejera económica y directora del Departamento de Estudios Económicos del FMI, Gita Gopinath, es importante mantener los lazos entre trabajadores y empresas, consumidores y productores como un mecanismo de prevención de mayores traumatismos. Igualmente,menciona la importancia de mantener la liquidez del sector financiero, como una protección ante cualquier inconveniente de naturaleza sistémica que afecte el ahorro del público bajo custodia de las entidades financieras a nivel mundial.
“Redujimos nuestro pronóstico de crecimiento global en las primeras etapas del brote de covid-19, pero inicialmente esperábamos una recuperación relativamente rápida antes del verano. Desde entonces, los cierres para contener el virus, una parada repentina en los mercados mundiales de capital y las salidas descomunales de economías han cambiado la perspectiva fundamentalmente”, dijo el IIF en un comunicado.
De acuerdo con Felaban, hoy la provisión de liquidez, la preservación de la estabilidad financiera, la llegada de nuevo crédito que facilite el mantenimiento de empresas y empleos, resulta ser de suma importancia para lo que venga en el mundo poscovid-19. Señala que la regulación y la supervisión de la región, que siempre ha estado a la vanguardia y necesidades, también cumple un papel de suma importancia que hoy por hoy es necesario preservar y adecuar ante las necesidades de los tiempos.
Sin embargo, la entidad regional establece que los flujos de capital a los mercados emergentes caerán con consecuencias para para las cuentas externas y liquidez doméstica.