En el boletín del 13 de junio tenemos un total de 22, 575 casos. Una simple proyección de 1000 casos cada dos días nos daría la suma de 10,000 casos en unos 20 días. Eso representaría unos 33,000 casos previos a las elecciones.

Sin embargo, no se está calculando la presión de los nuevos casos y el aumento de casos activos. Con la reapertura económica y con las frecuentes reuniones políticas y los excesos ciudadanos en actividades sociales pudiéramos tener entre 35,000 a 40,000 casos previo a las elecciones; a menos que se realicen cambios urgentes en la población para detener los contagios. 

Se requiere intervención de las autoridades para frenar los aumentos explosivos de casos que se están presentando.

Estamos en el momento que requiere más educación y medidas preventivas para contener el COVID-19.

Lamentablemente por el momento político y electoral hay desconfianza hacia las autoridades de salud y del gobierno. Las dudas son tomadas como argumentos políticos. La epidemia de CORONAVIRUS ha diezmado casi 600 dominicanos. Eso representa un gran duelo nacional y un impacto en la salud mental. 

Cada familia debe protegerse. Es una responsabilidad cívica y ciudadana. Debemos evitar caer en una crisis sanitaria. No permitir que colapse el sistema de salud.

Todos deseamos volver a la plena normalidad. Pero cuando actuamos irresponsablemente nos infectamos;  podemos contagiar a nuestros maestros, a los padres, abuelos y ponemos en riesgo a diabéticos, hipertensos, pacientes renales y asmáticos. 

Tardaremos en volver a la normalidad si nos desesperamos. Podríamos tardar meses o años si no somos disciplinados. Debemos utilizar mascarillas. Evitar aglomeraciones y el lavado frecuente de manos. 

Es tiempo de comprender el momento que vivimos. Es un contexto de pandemia. Se necesita hacer cambios de hábitos y preparar la mente. Ser pacientes. Confiar en Dios y en la ciencia. Ver con optimismo los futuros tratamientos y una o varias vacunas efectivas.

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