La multa por infracción podrá ascender a 2.500 euros (unos 2.800 dólares), según nuevas reglas que entran en vigor el lunes.

Las personas que no cumplan con las normas obligatorias sobre revestimientos faciales en el transporte público de Irlanda podrían afrontar hasta seis meses de prisión y una multa de hasta 2.500 euros (unos 2.800 dólares) a partir del próximo lunes, según lo anunció este viernes el jefe de Gobierno, Micheál Martin.

Bajo las nuevas reglas, si alguien no se cubre la cara, un conductor o inspector puede alertar a la Policía, y si el infractor continúa sin cooperar con las autoridades, podrá ser sancionado con arresto y enjuiciamiento, con una multa y/o la cárcel.

“Fuera del sector del transporte público, alentamos a las personas a usar máscaras en reuniones bajo techo abarrotadas y, nuevamente, donde no sea posible el distanciamiento social, pero será obligatorio en el transporte público a partir del lunes”, insistió Martin, aunque matizó que, en su opinión, los pasajeros cumplirán con las nuevas normas sin necesidad de involucrar a la Policía.

Los menores de 13 años estarán exentos de las nuevas regulaciones, al igual que las personas con problemas respiratorios, aquellos que no pueden quitarse la mascarilla sin ayuda y los pasajeros con necesidades especiales.

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