Las Delta Acuáridas, Perseidas y Alfa Capricórnidas podrán ser observadas en julio y agosto en ambos hemisferios.
Tres lluvias de meteoros, las Delta Acuáridas, las Perseidas y las Alfa Capricórnidas, iluminarán el cielo las noches de este verano boreal, informa la Sociedad Americana de Meteoritos.
Es un evento en el que se observa un gran número de estrellas fugaces. Estos meteoros son provocados por corrientes de desechos cósmicos, llamados ‘meteoroides’, que entran en la atmósfera de la Tierra a velocidades extremadamente altas en trayectorias paralelas.
Las Delta Acuáridas
Las Delta Acuáridas, aparentemente la única lluvia de estrellas procedente de un cometa que no pertenece al sistema solar, podrá ser observada entre el 12 de julio y el 23 de agosto, alcanzando su máximo la noche del 28 al 29 de julio. El fenómeno puede producir unos 25 meteoros por hora a velocidades de 41 kilómetros por segundo.
Según los astrónomos, la visibilidad del evento será mayor en el hemisferio sur. Sin embargo, los científicos apuntan que el 2020 será un mal año para la observación de las Delta Acuáridas, ya que su momento de máxima actividad será justo después de la luna llena (el 27 de julio).
El nombre de este fenómeno indica que todas las estrellas fugaces de esta lluvia posiblemente provienen de la constelación de Acuario, explica el Centro Astronómico Ciedra.
Las Perseidas
Por su parte, las Perseidas, la lluvia de estrellas más famosa, se podrá ser observada entre el 17 de julio y el 26 de agosto. La máxima actividad de ese fenómeno está prevista para el próximo 12 de agosto.
En este caso, el número de meteoros observables por hora es muy variable, aunque su velocidad es más alta: 60 kilómetros por segundo. Según los expertos, este año es bueno para observar las Perseidas, ya que sucederán cuando la luna esté en fase menguante.
Las Alfa Capricórnidas
La lluvia de las Alfa Capricórnidas, originada por el cometa 169P/NEAT, está activa entre el 3 de julio y el 15 de agosto, con su punto máximo la noche del 28 al 29 de julio.
Esa lluvia no es muy fuerte y rara vez produce más de cinco meteoros por hora. Sus meteoros son mucho más lentos (24 kilómetros por segundo), pero también tiene una trayectoria larga y brillante que aumenta su luminosidad tras explotar antes de apagarse. Dicho fenómeno se puede apreciar bien a ambos lados del ecuador.
¿Desde dónde y cómo verlas?
La Asociación Astronómica de España asegura que estas lluvias de meteoros podrán ser visibles desde cualquier lugar que proporcione un cielo oscuro.
Sin embargo, recomienda que los observadores estén en un sitio que tenga pocos obstáculos para la vista, como edificios, árboles o montañas. Además, aconseja no utilizar instrumentos ópticos que limiten el campo de visión, como telescopios o prismáticos.