Los expertos determinaron que las huellas registran el paso de dos animales que viajaron separadamente por las dunas de arena.
Tras colapso de un acantilado del Gran Cañón, un equipo de paleontólogos estadounidenses descubrió huellas de animales que transitaron por las dunas de la zona hace 313 millones de años. Los resultados del estudio fueron publicados este miércoles en la revista científica PLOS.
La investigación confirmó que los rastros encontrados son las huellas fósiles más antiguas de su tipo registradas hasta la fecha dentro del Parque Nacional del Gran Cañón, ubicado en Arizona. Incluso, el paleontólogo Stephen Rowland explicó que las pisadas “están entre las huellas más antiguas en la Tierra de animales que ponen huevos con cáscara, como los reptiles”.
El hallazgo ocurrió en 2016, cuando el profesor de geología noruego Allan Krill estaba de excursión con sus estudiantes y observaron los rastros inusuales en una roca que cayó de un acantilado. Posteriormente, envió una foto a Rowland e iniciaron la investigación.
Después de llevar a cabo los análisis respectivos, los expertos determinaron que las huellas registran el paso de dos animales que viajaron separadamente por las dunas de arena ocho millones de años antes de lo que se creía.
Asimismo, al reconstruir la escena se concluyó que los vestigios pertenecían a especies ovíparas de cuatro patas. Un par de huellas consta de 28 marcas con señales de garras en cada impresión, mientras el otro conjunto sugiere que el animal puede haber tenido la pata derecha lesionada, pues no había pistas de garras en ese lado.
Este descubrimiento también es “la evidencia más temprana de animales vertebrados caminando en las dunas de arena” del lugar, agregó Rowland, quien lideró el estudio.