Grabar, ralentizar y analizar la serie única de sonidos que hace la cerradura al insertar la llave puede ser suficiente para hacer un duplicado, sostiene la investigación.
Un ladrón podría irrumpir en una casa grabando únicamente el sonido particular que hace la llave al deslizarse en la cerradura y usándolo para crear un duplicado, sugiere un nuevo estudio.
Los investigadores, encabezados por la científica informática Soundarya Ramesh de la Universidad Nacional de Singapur, centraron su estudio en las cerraduras de tambor de pines, un tipo común que se abre con una llave con un patrón de muescas único y hace sonidos específicos de ‘clic’ durante su inserción.
En particular, los expertos descubrieron que esta serie única de sonidos —que se producen cuando la llave desplaza los pines en el interior de la cerradura—delata el mecanismo interno y las dimensiones de ésta, por lo que grabarla, ralentizarla y analizarla puede bastar para determinar la forma aproximada que debe tener la llave.
Para mapear diferentes tipos de estos sonidos, el equipo de investigación creó SpiKey, un sistema de software de simulación que podría determinar la forma de la llave que se está utilizando. Los científicos demostraron que, en la mayoría de los casos, el sistema puede reducir el espacio de búsqueda de un grupo de más de 330.000 posibles llaves a solo tres candidatos, uno de los cuales termina funcionando.
Los investigadores admiten que este método requiere mucho tiempo y mucho más equipo que las técnicas estándar de forzar cerraduras. Otras limitaciones derivan de la necesidad de grabar en alta calidad el sonido de la llave original insertada, así como el hecho de que el sistema funcione solo con cerraduras de tambor de pines.
La investigación aún no ha sido revisada por pares, pero fue presentada en el Taller internacional sobre sistemas y aplicaciones de computación móvil (HotMobile 2020) en Texas.