Un estudio astrofísico descarta que el exceso de radiación alrededor del centro galáctico esté relacionado con un proceso que deshace la materia oscura.
La supuesta aniquilación de partículas de materia oscura ya no es una opción para explicar el exceso de radiación proveniente del centro de nuestra galaxia. Este fenómeno fue registrado hace una década por el telescopio espacial Fermi de rayos gama, pero la posterior interpretación que se hizo de él no era correcta, según estudio recientemente publicado.
Los bosones pesados que están detrás de la llamada interacción débil son los candidatos principales a ser considerados partículas de materia oscura. Su destrucción podría generar hasta 300 gigaelectronvoltios de energía, pero no podrían emitir los rayos gama observados, según afirman los estudiosos y recoge un comunicado de la Universidad de California en Irvine emitido este miércoles.
El equipo científico estuvo compuesto por astrofísicos de esa universidad y también del Instituto Tecnológico de Virginia (EE.UU.) y de las universidades de Daejeon, Tokio y Ámsterdam (Corea del Sur, Japón y los Países Bajos, respectivamente). Estos investigadores observaron varios modelos galácticos de emisiones, mapearon las posibles fuentes de radiación y descubrieron finalmente que el conjunto de datos recabados deja “poco espacio para la materia oscura”, según dijo el coautor Oscar Macías.
La responsabilidad por el exceso de radiación en la región central de la Vía Láctea, de acuerdo con el estudio, debería atribuirse a otros fenómenos propios de un centro galáctico, como la formación de estrellas, la desviación de los rayos emitidos por moléculas de gas y especialmente las estrellas de neutrones y los púlsares.
“Hay muchos candidatos alternativos a ser materia oscura”, comentó otro coautor, Kevork Abazajian. En su opinión, habría que centrarse “en conceptos distintos a los más populares”, y el hecho de que los bosones pesados no emitan los rayos en cuestión no debería desalentar a los investigadores, aunque la búsqueda puede parecerse más “a una expedición de pesca en la que aún no sabes dónde están los peces”.