El sudafricano Chiliboy Ralepelle dio positivo por zeranol a principios de 2019.
Chiliboy Ralepelle, un jugador sudafricano de rugby de 33 años acusado de dopaje, ha invocado su fe cristiana como prueba de que no pudo tomar sustancias prohibidas de forma voluntaria, informaron este domingo medios locales.
El que fuera talonador de los Springboks y los Sharks ha apelado la sanción de ocho años sin jugar que le fue impuesta después de que en enero del año pasado diera positivo por zeranol en una prueba antidopaje.
Argumentos de la defensa
Ralepelle niega haber tomado dicha sustancia prohibida y sostiene que ha sido víctima de una campaña que busca desacreditarlo y presentarlo como un reincidente, a pesar de que existen pruebas que demuestran lo contrario.
El equipo legal del jugador de rugby tiene previsto alegar las múltiples inexactitudes del procedimiento por parte del organismo deportivo encargado de garantizar la equidad en ese deporte.
Por otra parte, el deportista enumeró hasta nueve argumentos para justificar que no tomó de manera intencionada el zeranol, aunque el panel disciplinario no los aceptó como válidos. El más llamativo de todos fue su apelación a la fe cristiana, que —dijo— le impediría hacer trampas.
Antecedentes
Asimismo, esgrimió que no sabe cómo terminó la sustancia en su cuerpo, que anteriormente dio negativo a diferentes pruebas ‘antidoping’ y que debido a su situación financiera y emocional “nunca pondría en peligro su carrera usando drogas ilícitas”.
En 2010, Ralepelle y su colega Bok Bjorn Basson dieron positivo por metilhexanamina, aunque luego se descubrió que, aparentemente, la sustancia estaba incluida en suplementos aprobados por la selección de rugby de Sudáfrica.
Cinco años después, el jugador fue suspendido durante 24 meses por un delito de dopaje tras haber dado positivo un año antes mientras se recuperaba de una cirugía del ligamento cruzado anterior a la que se sometió tras lesionarse la rodilla.