Los océanos acumulan el calor generado por el hombre, lo que resulta en una mayor frecuencia de eventos climáticos extremos, uno de los factores que favorecen la propagación de las langostas.

Los enjambres de langostas que este año han arrasado extensos territorios en África, Asia, América del Sur y otras regiones podrían ser en el futuro más grandes y frecuentes.

Según un reporte del Centro de Predicción y Aplicación Climática de la Autoridad Intergubernamental sobre el Desarrollo (ICPAC, por sus siglas en inglés), las enormes plagas que azotaron recientemente África Oriental están vinculadas a “cambios climáticos como el aumento de la temperatura y las precipitaciones en las zonas desérticas y los fuertes vientos asociados con los ciclones tropicales”.

“Esto sugiere que el calentamiento global desempeñó un papel en la creación de las condiciones necesarias para el desarrollo, propagación y supervivencia de las langostas”, señala la organización.

En una entrevista publicada por el portal VICE News este viernes, el climatólogo del ICPAC Abubakr Salih Babiker explicó que el calor generado por el hombre —uno de los factores detrás de la mayor frecuencia de eventos climáticos extremos— es acumulado, en gran medida, por los océanos.

“Se trata del calor de la emisión de gases de efecto invernadero que se almacena en el océano y hace que el océano se caliente”, afirmó Babiker. Indicó que esta situación amenaza sobre todo al este de África: “La parte occidental del océano Índico, la que afecta a la región de África Oriental, está experimentando el calentamiento más rápido de los océanos tropicales en los últimos 100 años”.

La temperatura de la superficie del océano Índico ha subido en los últimos 100 años en 1,2 grados centígrados. Eso es más que en otros océanos, donde la temperatura ha aumentado en general un poco menos de un grado, y puede provocar que fuertes migraciones de langostas como las vistas este año en África sean más comunes, sostuvo Babiker.

La plaga africana de 2020 costó a ocho países del este del continente 153 millones de dólares, calcula la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (ONUAA). Más de 20 millones de habitantes de la región ya se enfrentan a una inseguridad alimentaria grave. Para hacerse una idea de la magnitud de los efectos de las plagas de langostas hay que tener en cuenta que 40 millones de estos insectos —un enjambre que puede encajarse en entre 0,5 y 1 kilómetro cuadrados— consume la misma masa de alimento que 35.000 personas.

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