El homicida, que cumple cadena perpetua, se ha declarado ya culpable de 93 asesinatos cometidos a lo largo de 25 años.
Samuel Little, considerado por el FBI como el asesino más prolífico en la historia de EE.UU., admitió ser autor de un crimen que condujo a una persona inocente a prisión, informó este jueves New York Post.
Little confesó recientemente haber acabado con la vida de Dorothy Gibson, una adolescente de 17 años cuyo cuerpo estrangulado fue encontrado frente a un hotel de Miami (Florida, EE.UU.) en 1977. Para el momento de admitir ese crimen, Jerry Frank Townsend, un hombre con discapacidades mentales que falsamente se dijo autor del crimen, había pasado 22 años tras las rejas antes de ser liberado en 2001.
En total, Samuel Little se ha atribuido 93 asesinatos entre 1970 y 2005, de los cuales la Policía ha podido confirmar 50. A pesar de que casi la mitad de los casos están todavía pendientes de confirmación final, el FBI cree que todas sus confesiones son creíbles. Con el fin de identificar a las víctimas y contactar con sus familiares, desde febrero de 2019 han sido publicados los retratos de las mujeres asesinadas, dibujados por el propio maníaco.