El acuerdo predecesor, llamado TPP, fue negociado por la Administración Obama, pero no se ratificó antes de que Donald Trump asumiera el cargo y retirara a su país del pacto.
Después de encabezar la semana pasada la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés) de 15 economías de Asia-Pacífico, China podría pronto unirse a otro importante pacto de libre comercio regional.
Conocido como el Acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, o TPP-11, este tratado incluye a 11 países de Asia-Pacífico que decidieron mantener abiertos sus mercados después de que EE.UU. adoptara políticas proteccionistas y saliera de un tratado predecesor, el TPP. Las economías del TPP-11 representan casi 500 millones de consumidores y el 13,3 % del producto interno bruto mundial.
Este 20 de noviembre, el primer ministro nipón, Yoshihide Suga, anunció que “Japón aspirará al Área de Libre Comercio de Asia-Pacífico a través de la pronta conclusión del acuerdo RCEP y la implementación constante y expansión del TPP-11 como presidente el próximo año”.
Un portavoz del Ministerio de Exteriores de China indicó este jueves que Pekín está abierto a la idea de unirse a otro acuerdo de libre comercio, como el TPP-11. Al día siguiente, el ministro de Exteriores de Japón, Toshimitsu Motegi, anunció en una sesión informativa que su homólogo chino, Wang Yi, llegará a Tokio la próxima semana para abordar en tema.
Otro miembro potencial del TPP-11 es el Reino Unido, que anunció en septiembre que inició negociaciones con las 11 naciones integrantes para unirse a “una de las áreas de libre comercio más grandes y dinámicas del mundo”. El acuerdo sería beneficioso para Londres, ya que algunos de sus principales socios comerciales no europeos se encuentran entre los signatarios del TPP-11.