Santo Domingo, RD.- Con los pronósticos de que la economía dominicana crecerá este año un 6%, según  las proyecciones del Banco Central y de los organismos internacionales que monitorean el crecimiento de América Latina, el presidente Abinader gana la apuesta al optimismo.

Aunque cansado de la pandemia, como lo dijo públicamente la semana que termina, el gobernante con poco más de cinco meses en el poder, podría tener razones para pedir a los dominicanos un poco más de paciencia, mientras se mantiene el combate al COVID-19.

Si la economía del país diera señales de dudas la situación sería complicada para Abinader, para los entes económicos y para la población, que con sobradas razones espera que pase pronto el apuro en que se encuentra la República Dominicana como otros países.

El gran beneficio que tiene el gobernante dominicano es el optimismo, su dedicación todo el tiempo que puede a los asuntos del Estado al punto de que, según dijo, trabaja hasta 16 horas, lo que es mucho para la salud y la tranquilidad personal de alguien con familia.

Más disciplina
Si bien la recuperación de la economía y los empleos es lo fundamental en el momento, la lucha contra la pandemia está como tema principal de su régimen, como lo indican la flexibilización anunciada ayer y la exigencia de usar la mascarilla y evitar los grupos.

Medidas parecidas, quizás más estrictas, anunció el jueves el nuevo presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, quien diferente a su antecesor que le restó importancia a la protección de boca y nariz, ordenó la restricción en todos los espacios federales.

Lo que requiere Abinader es que los dominicanos tengan un poco más de disciplina y que los intereses de los diversos sectores no quieran sobreponerse al interés colectivo, como en los casos de la apertura de las galleras y otros negocios de aglomeración antes de tiempo.

Mantener a una población merenguera y adicta a los jolgorios de calles y playa durante casi un año en confinamiento no es una tarea fácil. No obstante las ventas de minoristas, los negocios de la banca, la estabilidad del dólar y el crecimiento de las divisas le dan la razón al Banco Central.

El crecimiento
El crecimiento proyectado por el BC de un 6% durante el año 2021 para la RD debido a la recuperación mundial y la dominicana, pondría la economía casi en el punto en que estaba cuando irrumpió la pandemia hace cerca de un año y se dictaron las medidas de cierre.

Estabilidad    
Los organismos internacionales, informó el BC el pasado lunes, han proyectado que el crecimiento del PIB señalado ocurriría “en un contexto de estabilidad de precios y fuertes fundamentos macroeconómicos”.

Según la entidad reguladora de la política monetaria, para la economía mundial se proyecta una expansión de 4.0% en 2021, lo que implicaría una recesión de menor duración comparada con la crisis financiera de 2008-2009, la que siguió a la segunda guerra mundial y la depresión de 1929.

El informe del BC “Retos y Perspectivas de la Economía Dominicana” afinca sus predicciones no solamente en la robustez de la economía dominicana sino también a una rápida recuperación de la norteamericana que es la apuesta del presidente Biden.

El informe hace notar que la inversión extranjera directa en RD superará los US$2,700 millones en 2021, por encima de su promedio histórico y las remesas ascenderían a US$8,500 millones al término del año. Las reservas internacionales están en US$10,750 millones, un máximo histórico.

Dado el valor que tienen las remesas que llegan a la RD sobre todo desde los Estados Unidos, causó asombro general en los sectores económicos y políticos la sugerencia de Eligio Jáquez, cónsul general en Nueva York, retirada posteriormente, de que fueran gravadas.

Al compás de la mejoría económica, el ministro de Industria y Comercio, Víctor-Ito-Bisonó informó que las zonas francas se han convertido en el principal sector de la recuperación de empleos y la creación de nuevas fuentes de trabajo.

Pacto contra Covid
En un conversatorio del presidente Abinader con un grupo de ciudadanos el lunes en un ambiente de distanciamiento y cordialidad, explicó su apuesta a la recuperación del país de la pandemia y propuso un pacto nacional que una a su gobierno y al pueblo.

Abinader anunció que el Plan Nacional de Vacunación contra el COVID-19 implicará la adquisición de 20 millones de vacunas, de las cuales 10 millones son de la empresa Astrazeneca, 8 millones de Pfizer y 2 millones de la Organización Mundial de la Salud, OMS.

Con el retorno de los Estados Unidos a la OMS después del retiro en julio pasado ordenado por el entonces presidente Trump, hecho que causó la repulsa de las entidades científicas de ese país, la organización sanitaria estará en mejor condiciones de ayudar.

Abinader anticipó en el conversatorio que en los próximos días se anunciarían nuevas medidas para flexibilizar las restricciones por la pandemia, lo que hizo ayer la vicepresidenta Raquel Peña, con la reducción del toque de queda y la apertura de parques y gimnasios.

El presidente dominicano ha dinamizado la política exterior, sobre todo con Haití y Estados Unidos. Con el primer país se ha propuesto manejar de común acuerdo el espinoso tema migratorio, la seguridad en la frontera y la erradicación del contrabando y las drogas. Con Estados Unidos, Abinader ha mostrado la buena voluntad de su régimen de trabajar con los temas principales de interés de ese país como el negocio de indocumentados,  la trata de personas y la erradicación del narcotráfico.

A la llegada de Biden a la Casa Blanca el miércoles pasado, Abinader no perdió tiempo en extenderle mediante un mensaje de Twitter sus congratulaciones y sus deseos de trabajar en los asuntos comunes de los dos países.

Su entusiasmo con su colega Biden tomaría en cuenta la decisión del norteamericano de introducir un proyecto de ley de inmigración que incluye una vía a la ciudadanía para unos 11 millones de indocumentados, entre ellos muchos dominicanos que verían elevado su poder adquisitivo y su capacidad para enviar remesas. Biden favorece elevar a 15 dólares la hora el salario mínimo.

Abinader lanzó otra frase lapidaria sobre los que se creen poderosos, al decir que: “Yo creo que los que creemos que somos poderosos en cualquier posición en nuestra vida es un peligro, porque todo poder es pasajero”.

El presidente dominicano parece empeñado en aprovechar bien su momentum antes de que pudiera disminuir el apoyo popular de que disfruta, sin oposición desde los partidos políticos y más bien concitando el respaldo a su pacto contra el Covid-19.

 

Autor

Comparte la Noticia: