La pareja o el holón conyugal tienen que funcionar con fronteras y límites con los hijos, con la familia y amigos.
Los problemas de la pareja no deben tratarse frente a los hijos y el mal hábito de involucrar amigos y familiares puede resultar perjudicial.
Se crean triángulos que hacen daño a la relación.
En crisis y conflictos de Pareja es recomendable buscar ayuda profesional, en especial Terapia Familiar Sistémica.