La cartera hipotecaria, con un 94.4% de créditos en A, es la que mejor salud tiene en el sistema financier.
La solvencia se define como la capacidad que tiene una empresa o persona de afrontar sus compromisos financieros de largo plazo. En la banca, por ejemplo, la Ley Monetaria y Financiera, específicamente en su artículo 46, literal E, el mínimo requerido es 10%. Para las entidades financieras es un indicador fundamental, pues le permite absorber una pérdida inesperada en sus operaciones, por lo que también está muy relacionado con la liquidez.
La banca dominicana, en cuanto a solvencia y otros indicadores, está en uno de sus mejores momentos, a pesar de los efectos que la pandemia del covid-19 ha tenido en toda la economía. Entre enero de 2020 e igual mes de este año, esta variable pasó de 15.04% a 18.50%, es decir, una mejoría de 3.46 puntos porcentuales, lo que indica que está casi al doble del mínimo requerido.
En este punto se agregan las facilidades de liquidez que ha otorgado el Banco Central al sistema financiero por alrededor de RD$215,000 millones a un 3% anual, de los cuales han sido colocados cerca de RD$184,000 millones a una tasa promedio de 8%. El margen de intermediación de cinco puntos ha sido servido de apalancamiento en las ganancias de todo el sector, las cuales terminaron sobre los RD$33,000 millones durante 2020.
Análisis
La firma Analytica, en un documento que publica en su portal José Antonio González, explica que el crédito ha registrado una importante reducción en su tasa de morosidad luego de alcanzar valores máximos desde 2014 con un 2.5% para abril 2020. En particular, indica, los sectores de educación, vivienda y hoteles, bares y restaurantes han mostrado reducciones significativas hasta llegar a valores de 0.3%, 1.5% y 0.4%, respectivamente.
Sin embargo, destaca que la morosidad de los préstamos de consumo, el principal catalizador de la mora durante la pandemia, todavía se mantiene por encima de su promedio de 3.8% con valores de 4.2% a febrero de este año. Esta variable se entiende como un indicativo de que aún los usuarios de los servicios financieros no han logrado recuperar sus niveles de ingresos o capacidad de pago.
Los datos al cierre de febrero establecen que, en sentido general, los créditos en clasificación A representan el 77.1% de la cartera total, lo que significan RD$976,242.9 millones de los RD$1,266,120.9 millones que la componen.
Cuando se comparan con el resto, la cartera hipotecaria es la que mayor proporción tiene en clasificación A, ya que según datos de la Superintendencia de Bancos (SB), de los RD$225,905.7 millones que la conforman, cerca de RD$213,274 millones, es decir, un 94.4%, está en A. Las estadísticas establecen que la cartera de consumo, con un 90% en A, es la segunda con mejor salud en el sistema financiero. Esto quiere decir que RD$293,851.4 millones, de los RD$326,496.6 millones que componen esta cartera, están en la mejor clasificación.
En lo que respecta a la cartera comercial, los efectos de la pandemia parecen haberla afectado en mayor proporción. En A tiene el 65.7% de los préstamos, lo que constituye el nivel más bajo de todo el sistema. En clasificación B tiene alrededor del 17.8% y entre C y E cerca del 16.4%.
Cuando se compara el corte de febrero de 2020 con igual mes de este año, los números establecen que la cartera de crédito, en términos netos, sólo creció en RD$32,260.98 millones, a pasar de RD$1,233,859.9 millones a RD$1,266,120.9 millones en este período, es decir, un crecimiento relativo de un 2.61%. Hay que tomar en cuenta que la cartera se renueva cada día, ya que siempre se cancelan y emiten nuevos préstamos.
Con RD$1,096,626.4 millones, los bancos múltiples representan el 86.6% de la cartera de crédito total del sistema, que a febrero de este año cerró en RD$1,266,120.7 millones. Las asociaciones de ahorros y préstamos (AAyP), con RD$133,847.7 millones, equivalen a un 10.57%. En ambos casos, hubo una ligera variación en la ponderación. Los bancos múltiples, a febrero de 2020, eran el 87.1% y las AAyP el 10.1% de la cartera.
Al analizar la cartera de créditos por sectores, hubo cinco áreas que experimentaron una reducción. La que mayor impacto recibió, a propósito de la pandemia, fue la cartera destinada a la administración pública y defensa, que pasó RD$57,297.3 millones a RD$28,009.7 millones, lo que representa una caída neta de RD$29,287.6 millones, es decir, un -51.1%.
Los préstamos destinados al sector construcción cayeron en un -9.1%, al pasar de RD$79,568.6 millones a RD$72,319.7 millones, para una diferencia neta de RD$7,248.9 millones. En el caso de los hogares en calidad de empleadores, el monto financiado pasó de RD$7,790.1 millones a RD$7,446.7 millones, RD$343.4 millones menos, para un -4.41%. Aunque no es una cartera con una alta ponderación en el sistema financiero, las actividades de las organizaciones y órganos extraterritoriales, vía el crédito, pasó de RD$980.3 millones a RD$632.3 millones, una caída absoluta de RD$348 millones, equivalente a un -35.5%.